Rosinski – Van Hamme (1993)
Norma Editorial. Colección Pandora nº 49
Edición original: La forteresse invisible
Edición original: La forteresse invisible
Atención: este artículo puede revelar detalles sobre el argumento.
Thorgal regresa a casa... sólo unos pocos metros le separan ya de Aaricia, de Jolan y de la pequeña Loba. ¡Por fin volverá a encontrarse con los suyos! Pero de repente un abismo de fuego se abre ante ellos. Una sombra tenebrosa se cierne sobre su familia y les hace precipitarse al fondo candente de la sima entre gritos de agonía...
Las pesadillas de Thorgal son cada vez más terribles y frecuentes mientras prosigue un periplo que ni él mismo sabe dónde le llevará; la búsqueda por desligar su funesto destino de aquellos a quienes más quiere y lograr que los dioses le olviden, dejando de ponerle trabas para alcanzar la vida tranquila que tanto ansía. Pero hay que tener cuidado con lo que se desea, ya que puede llegar a cumplirse... Justo cuando el recuerdo de su esposa y sus vástagos es demasiado fuerte y el hijo de las estrellas decide dar media vuelta para emprender el retorno al hogar, los dioses acceden por fin a reparar en su existencia con un efecto absoluto. Pero, por desgracia, el resultado será muy diferente del que Thorgal hubiera podido imaginar.
En su vagabundeo le acompaña la inimitable Kriss de Valnor, que sin nada mejor que hacer tras los hechos del álbum anterior, se le une en esa cabalgada sin rumbo. La insistencia de Kriss por persuadir a Thorgal a una vida errante, oportunista y trotamundos es cada vez mayor. La amazona ya no se molesta en ocultarle su atracción, para disgusto del arquero, al que además ese tipo de vida no seduce en absoluto y sólo piensa en pasar sus días junto a Aaricia.
Una mañana, mientras acampan a orillas de un río de cimbreantes juncos, son atacados por dos hombres que pertenecen a una tribu de las inmediaciones. El altercado caldea los ánimos y separa momentaneamente a la pareja, pero pronto Thorgal se topará con una extraña anciana que parece conocer su origen y su naturaleza, distinta a la del resto de los hombres. Alayin, la vieja adivina, predice que si desea volver a abrazar a los suyos deberá enfrentarse a las pruebas de la fortaleza invisible, un bastión más allá del tiempo que oculta la piedra donde está grabada la memoria de los dioses. Si el héroe pudiera llegar hasta ese lugar, podría borrar su nombre de la piedra, consiguiendo así que éstos le olvidaran de una vez por todas.
En este episodio los acontecimientos no se hacen esperar y la historia nos mete de lleno en el llamado ciclo de Shaïgan, el aciago apodo por el que nuestro protagonista será conocido en las próximas aventuras. El incidente con la tribu del río no es fortuito, sino que se trata del elemento desencadenante que Jean Van Hamme utiliza esta vez para, con la persecución y posterior captura de Thorgal, propiciar una búsqueda como única escapatoria posible, ayudado por Kriss de Valnor. La meta, forzosa e impuesta por los mismos dioses de cuya atención Thorgal desea desprenderse, es la impenetrable fortaleza invisible, que sólo existe en el interior de su mente. Para provocar la maniobra, el guionista se vale también de una bruja, Alayin, que evoca un poco aquella que ya anticipaba a un primerizo Príncipe Valiente los avatares de su destino.
La originalidad del capítulo reside en que Thorgal tendrá que enfrentarse a un enemigo intangible pero mucho más escalofriante que cualquiera con el que se haya cruzado hasta ahora: sus propios recuerdos, sus miedos y los fantasmas de su pasado, a los que debe desterrar de su memoria para alcanzar su objetivo último, sin sospechar que llegando a esa liberación también cortará los lazos que le unen a su propia familia, convirtiéndole en un ser errante y desafectado. Quiere la suerte precisamente que ese nuevo despertar ponga a su lado a la astuta Kriss de Valnor.
Una vez más la sorprendente mujer nos deja con la boca abierta, y no sólo por la escena de varias páginas en la que exhibe abiertamente sus encantos (probablemente uno de los pasajes con desnudo más explícitos que Rosinski nos había ofrecido hasta el momento) sino porque en su juego por engatusar a Thorgal vuelve a hacer gala del clásico repertorio de enredos.
No es la primera vez, ni será la última, que los autores aprovechan los derroteros por los que se mueve la acción de este tomo para recordarnos la amalgama de personajes que han introducido en la serie hasta el momento. Al tratarse de una odisea en la que el héroe revisita -de un modo trágico- etapas de su pasado, no cabe duda que este recurso (que desde luego requiere su habilidad tanto a nivel narrativo como gráfico) se acaba imponiendo. Y es verdad que por ahora funciona bien, pero en su repetición durante sucesivas aventuras sobrevendrá en cierto agotamiento del mismo.
Ya que la historieta gira en torno a la importancia del nombre del protagonista como clave para su futuro cercano, veamos el análisis que en Thorgal-BD hacen de esta circunstancia. Es Leif Haraldson quien elige el nombre de su hijo adoptivo en el álbum 'El hijo de las estrellas': Thorgal Aegirsson, enviado de Thor e hijo de Aegir, pues el bebé fue encontrado en el mar una noche de tormenta. Thor es el dios preferido de los vikingos y su culto permanecerá vivo mucho después de la cristianización de Escandinavia; su nombre significa tormenta y se le representa con el rayo. Por su parte, Aegir también ostenta un lugar mayor entre el panteón vikingo. Como dios del mar (su nombre significa océano) y casado con Ran, es el señor de los vientos y tempestades. Así, ambas figuras explican las circunstancias en que Thorgal es hallado al poco de su llegada al mundo terrenal.
En la sociedad vikinga no existía el nombre de familia, o apellido propiamente dicho. El uso corriente era el de asociar al nombre del hijo el de su padre (Bjorn, hijo de Gandalf: Bjorn Gandalfsson; Leif, hijo de Harald: Leif Haraldsson, etc.) Para diferenciarse además era frecuente la utilización de apodos: Gandalf el Loco, Jorund el Toro o Shaïgan Sin Piedad son algunos ejemplos que nos encontramos en la serie. Un pequeño detalle: Van Hamme dudó, al principio, entre nombrar a su héroe Thorgal o Thorgall.
A partir de este álbum el color corre a cargo de Graza, colorista polaca, esposa de Kas, amiga y compatriota de Grzegorz Rosinski, que también ejerce esta misma función en otras conocidas obras del dibujante de Thorgal (como La balada de las landas perdidas, Hans, o la espectacular reedición a color, por ahora inédita en España, de El gran poder del Chninkel). Graza realiza, para mi gusto, un trabajo extraordinario con Thorgal y se convertirá en la colorista titular de la serie durante una decena de álbumes, hasta 2006, momento en que Rosinski decide cambiar de método y aplicar colores directos en Thorgal, marcando así el fin de su colaboración en la saga. Recientemente, sin embargo, vuelve a verse vinculada a la serie gracias a su intervención en el primer tomo de Los Mundos de Thorgal, el dedicado a Kriss de Valnor, con dibujos de Giulio de Vita.
Para no perder la costumbre, terminemos con un repaso a las novedades más interesantes que se han producido últimamente en torno a Thorgal. Ya tenemos fecha oficial (¡por fin!) para la salida en castellano del álbum nº 32 de la serie: 'La batalla de Asgard' será publicado por Norma este próximo mes de septiembre.
Entretanto, un nuevo número (33) ya se anuncia en el horizonte. Llevará por título 'Le bateau-sabre' y será publicado en Francia en noviembre, junto a una segunda entrega de Los Mundos de Thorgal -Raïssa-, el tomo dedicado a Loba, dibujado por Roman Surzhenko y con guión de Yann. Junto a estas líneas podéis ver las dos fantásticas portadas de ambos volúmenes.
Ya por último nos hacemos eco de la exposición consagrada a Rosinski en Saint-Ursanne (Suiza), que se celebra desde el pasado 8 de julio y mantendrá sus puertas abiertas durante tres meses, ofreciendo varios encuentros del dibujante con el público. Una de las dos salas con que cuenta estará dedicada en exclusiva a nuestro héroe vikingo (donde pueden verse algunas planchas del futuro álbum), mientras que en la otra se exhiben muestras del resto del universo Rosinski. Haciendo click en su cartel oficial accederéis a la página de la exposición.
Las pesadillas de Thorgal son cada vez más terribles y frecuentes mientras prosigue un periplo que ni él mismo sabe dónde le llevará; la búsqueda por desligar su funesto destino de aquellos a quienes más quiere y lograr que los dioses le olviden, dejando de ponerle trabas para alcanzar la vida tranquila que tanto ansía. Pero hay que tener cuidado con lo que se desea, ya que puede llegar a cumplirse... Justo cuando el recuerdo de su esposa y sus vástagos es demasiado fuerte y el hijo de las estrellas decide dar media vuelta para emprender el retorno al hogar, los dioses acceden por fin a reparar en su existencia con un efecto absoluto. Pero, por desgracia, el resultado será muy diferente del que Thorgal hubiera podido imaginar.
En su vagabundeo le acompaña la inimitable Kriss de Valnor, que sin nada mejor que hacer tras los hechos del álbum anterior, se le une en esa cabalgada sin rumbo. La insistencia de Kriss por persuadir a Thorgal a una vida errante, oportunista y trotamundos es cada vez mayor. La amazona ya no se molesta en ocultarle su atracción, para disgusto del arquero, al que además ese tipo de vida no seduce en absoluto y sólo piensa en pasar sus días junto a Aaricia.
Una mañana, mientras acampan a orillas de un río de cimbreantes juncos, son atacados por dos hombres que pertenecen a una tribu de las inmediaciones. El altercado caldea los ánimos y separa momentaneamente a la pareja, pero pronto Thorgal se topará con una extraña anciana que parece conocer su origen y su naturaleza, distinta a la del resto de los hombres. Alayin, la vieja adivina, predice que si desea volver a abrazar a los suyos deberá enfrentarse a las pruebas de la fortaleza invisible, un bastión más allá del tiempo que oculta la piedra donde está grabada la memoria de los dioses. Si el héroe pudiera llegar hasta ese lugar, podría borrar su nombre de la piedra, consiguiendo así que éstos le olvidaran de una vez por todas.
En este episodio los acontecimientos no se hacen esperar y la historia nos mete de lleno en el llamado ciclo de Shaïgan, el aciago apodo por el que nuestro protagonista será conocido en las próximas aventuras. El incidente con la tribu del río no es fortuito, sino que se trata del elemento desencadenante que Jean Van Hamme utiliza esta vez para, con la persecución y posterior captura de Thorgal, propiciar una búsqueda como única escapatoria posible, ayudado por Kriss de Valnor. La meta, forzosa e impuesta por los mismos dioses de cuya atención Thorgal desea desprenderse, es la impenetrable fortaleza invisible, que sólo existe en el interior de su mente. Para provocar la maniobra, el guionista se vale también de una bruja, Alayin, que evoca un poco aquella que ya anticipaba a un primerizo Príncipe Valiente los avatares de su destino.
La originalidad del capítulo reside en que Thorgal tendrá que enfrentarse a un enemigo intangible pero mucho más escalofriante que cualquiera con el que se haya cruzado hasta ahora: sus propios recuerdos, sus miedos y los fantasmas de su pasado, a los que debe desterrar de su memoria para alcanzar su objetivo último, sin sospechar que llegando a esa liberación también cortará los lazos que le unen a su propia familia, convirtiéndole en un ser errante y desafectado. Quiere la suerte precisamente que ese nuevo despertar ponga a su lado a la astuta Kriss de Valnor.
Una vez más la sorprendente mujer nos deja con la boca abierta, y no sólo por la escena de varias páginas en la que exhibe abiertamente sus encantos (probablemente uno de los pasajes con desnudo más explícitos que Rosinski nos había ofrecido hasta el momento) sino porque en su juego por engatusar a Thorgal vuelve a hacer gala del clásico repertorio de enredos.
No es la primera vez, ni será la última, que los autores aprovechan los derroteros por los que se mueve la acción de este tomo para recordarnos la amalgama de personajes que han introducido en la serie hasta el momento. Al tratarse de una odisea en la que el héroe revisita -de un modo trágico- etapas de su pasado, no cabe duda que este recurso (que desde luego requiere su habilidad tanto a nivel narrativo como gráfico) se acaba imponiendo. Y es verdad que por ahora funciona bien, pero en su repetición durante sucesivas aventuras sobrevendrá en cierto agotamiento del mismo.
Ya que la historieta gira en torno a la importancia del nombre del protagonista como clave para su futuro cercano, veamos el análisis que en Thorgal-BD hacen de esta circunstancia. Es Leif Haraldson quien elige el nombre de su hijo adoptivo en el álbum 'El hijo de las estrellas': Thorgal Aegirsson, enviado de Thor e hijo de Aegir, pues el bebé fue encontrado en el mar una noche de tormenta. Thor es el dios preferido de los vikingos y su culto permanecerá vivo mucho después de la cristianización de Escandinavia; su nombre significa tormenta y se le representa con el rayo. Por su parte, Aegir también ostenta un lugar mayor entre el panteón vikingo. Como dios del mar (su nombre significa océano) y casado con Ran, es el señor de los vientos y tempestades. Así, ambas figuras explican las circunstancias en que Thorgal es hallado al poco de su llegada al mundo terrenal.
En la sociedad vikinga no existía el nombre de familia, o apellido propiamente dicho. El uso corriente era el de asociar al nombre del hijo el de su padre (Bjorn, hijo de Gandalf: Bjorn Gandalfsson; Leif, hijo de Harald: Leif Haraldsson, etc.) Para diferenciarse además era frecuente la utilización de apodos: Gandalf el Loco, Jorund el Toro o Shaïgan Sin Piedad son algunos ejemplos que nos encontramos en la serie. Un pequeño detalle: Van Hamme dudó, al principio, entre nombrar a su héroe Thorgal o Thorgall.
A partir de este álbum el color corre a cargo de Graza, colorista polaca, esposa de Kas, amiga y compatriota de Grzegorz Rosinski, que también ejerce esta misma función en otras conocidas obras del dibujante de Thorgal (como La balada de las landas perdidas, Hans, o la espectacular reedición a color, por ahora inédita en España, de El gran poder del Chninkel). Graza realiza, para mi gusto, un trabajo extraordinario con Thorgal y se convertirá en la colorista titular de la serie durante una decena de álbumes, hasta 2006, momento en que Rosinski decide cambiar de método y aplicar colores directos en Thorgal, marcando así el fin de su colaboración en la saga. Recientemente, sin embargo, vuelve a verse vinculada a la serie gracias a su intervención en el primer tomo de Los Mundos de Thorgal, el dedicado a Kriss de Valnor, con dibujos de Giulio de Vita.
Para no perder la costumbre, terminemos con un repaso a las novedades más interesantes que se han producido últimamente en torno a Thorgal. Ya tenemos fecha oficial (¡por fin!) para la salida en castellano del álbum nº 32 de la serie: 'La batalla de Asgard' será publicado por Norma este próximo mes de septiembre.
Entretanto, un nuevo número (33) ya se anuncia en el horizonte. Llevará por título 'Le bateau-sabre' y será publicado en Francia en noviembre, junto a una segunda entrega de Los Mundos de Thorgal -Raïssa-, el tomo dedicado a Loba, dibujado por Roman Surzhenko y con guión de Yann. Junto a estas líneas podéis ver las dos fantásticas portadas de ambos volúmenes.
Ya por último nos hacemos eco de la exposición consagrada a Rosinski en Saint-Ursanne (Suiza), que se celebra desde el pasado 8 de julio y mantendrá sus puertas abiertas durante tres meses, ofreciendo varios encuentros del dibujante con el público. Una de las dos salas con que cuenta estará dedicada en exclusiva a nuestro héroe vikingo (donde pueden verse algunas planchas del futuro álbum), mientras que en la otra se exhiben muestras del resto del universo Rosinski. Haciendo click en su cartel oficial accederéis a la página de la exposición.
6 comentarios:
No leo tu artículo, pues espero leer el cómic en un futuro no muy lejano y dejarme sorprender.
De momento voy saboreándolos poco a poco y ya voy por el 5º.
¡Un saludo!
Es la mejor manera de disfrutar de Thorgal, al tratarse de una serie tan larga. Me alegra que la estés disfrutando así, Sobrasada.
Saludos.
Vaya qué casualidad, mis padres están ahora mismo de viaje por Suiza. :D Si hubiera podido ir sin duda me habría pasado por la zona a ver la exposición.
Un saludo.
¡¡¡MMMM!!! Qué rico ver a Kriss de Valnor en pelotas ... bañándose en el río ..
:D No es el primer ni el último álbum de Thorgal en el que Kriss nos muestra sus encantos...
Creo que no miro mucho estas cosas aquí, la verdad es que siempre que puedo trato de encontrar cosas nuevas, creo que voy a tratar de hacerlo en algún viaje si es que puedo conseguir algunos Pasajes a Fortaleza
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