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lunes, 4 de abril de 2011

Thorgal (XVIII): La espada-sol

Rosinski – Van Hamme (1992)
Norma Editorial. Colección Pandora nº 37
Edición original: L'epée-soleil

Atención: este artículo puede revelar detalles sobre el argumento.

Acompañemos a Thorgal en una nueva aventura, esta vez en solitario, a causa del voluntario exilio que decidió emprender en el tomo anterior. Abandonando temporalmente a su familia, Thorgal pretende apartar la atención de los dioses de aquellos que comparten el funesto destino que se empeña en perseguirle. Nuevos horizontes se abren en su camino y le conducen hasta tierras desconocidas. Y es en una de esas tierras donde comienza el periplo que le aguarda en las próximas entregas, una etapa de su vida que difícilmente nuestro héroe podría sospechar.


Mientras se aloja tras otra calurosa jornada de marcha en los corrales de una granja aislada, Thorgal cae preso del tirano local, el típico individuo sin escrúpulos recién llegado a la región y que, gracias a una misteriosa arma que proyecta rayos de fuego -como reflejados por el mismo sol- se ha hecho con el poder derrocando al antiguo soberano. Todo hombre útil de la comarca le debe servidumbre y muchos son enviados a las canteras junto a las que levanta su nueva fortaleza. Quien osa oponerle resistencia, sufre el toque mortal de su temible arma mágica. Sólo un grupo de contumaces rebeldes escondidos en los pantanos se resiste aún a su autoridad.


Como es de imaginar, Thorgal se las ingenia para escaparse, tras un enfrentamiento cara a cara contra Orgoff, el cruel usurpador. La sorpresa es mayúscula cuando al buscar refugio en los inaccesibles pantanos, se reencuentra con la inefable Kriss de Valnor al mando de los rebeldes. Pero su presencia allí no es casual, pues los planes de la dura y letal mujer pasan por dirigir a los escasamente organizados opositores de Orgoff con la única intención de recuperar el arma con la que éste ha doblegado a la población del lugar, que no es otra que la de Ogotaï, la misma que utilizó para poner fin a su vida en Mayaxalt (La ciudad del dios perdido).


De este modo, Thorgal se ve involucrado una vez más en una búsqueda relacionada con su pasado -ya que Kriss tratará de utilizarle, de nuevo, para sus fines-, con un propósito diferente al de la ambiciosa guerrera; sabedor de que el arma no pertenece a este mundo y, por tanto, debe hacerla desaparecer para evitar que caiga en manos malintencionadas, como de hecho ya ha ocurrido.


Paralelamente a esta trama se desarrolla una bonita historia de amor entre dos jóvenes, que obviamente se entrecruza con los sucesos que le deparan a Thorgal. Floriane y Shenko son ambos partícipes de los acontecimientos que se producen a lo largo de la aventura: la primera, como sobrina de un vasallo de Orgoff, ofrecida contra su voluntad a este en matrimonio, cuya caravana es asaltada por los rebeldes; el muchacho, como hijo del granjero que traiciona a Thorgal entregándole al opresor. Su intervención es decisiva para la resolución de los hechos, pero a la vez se nos antoja una tierna réplica adolescente de la relación entre Thorgal y Aaricia.


Con La espada-sol (título un tanto inexacto, pues realmente no se asocia la famosa arma con espada alguna) se inicia de forma oficial el llamado Ciclo de Shaïgan, el más largo de los hasta ahora desarrollados por la pareja de autores de esta longeva serie. Contrariamente a la épica que impregnaba toda la saga de Qâ, en esta nueva etapa nos encontramos con una mayor identificación hacia la tragedia de tintes clásicos, como se comprobará sobre todo en los números venideros, y que constituye -para muchos- el último plato fuerte de la colección antes del principio de su declive. Pero ya trataremos este aspecto con mayor profundidad en un futuro.

El caso es que este volumen se convierte en una muy interesante introducción del ciclo; con notas comunes a otras entregas, es cierto, pero sin dejar de resultar original y mantener la lectura casi compulsiva. Se observa en el Thorgal exiliado una pasiva desgana y hasta cierto gesto malhumorado (no ya por la dejadez física que refleja su barba crecida), fruto de la lejanía de su familia; una actitud de querer ser indiferente a los conflictos que aparecen en su viaje, pero en los que finalmente se acaba inmiscuyendo forzosamente, acaso por el peso de su personal maldición. Y lo mejor para contraponer esa nueva severidad de carácter es la reintroducción de Kriss de Valnor, acertadísima, como es costumbre, cuyo empeño por atraer a Thorgal al 'lado oscuro' sigue presente.


Es inevitable sentir debilidad por este personaje femenino, que la aportación por igual de Van Hamme como de Rosinski hacen tan admirable. Su personalidad se mostrará todavía más arrolladora si cabe que hasta el momento. Pocos indicios se nos dan de su regreso y no se puede decir que su última aparición, increpando su mala suerte en las arenas del desierto (Entre tierra y luz) quedara en un cliffhanger. ¡Pero bienvenida sea su vuelta, vaya que sí! Ya sabíamos que en absoluto era un personaje agotado y su importancia en la saga será crucial. Encantadoramente tramposa como siempre, maldice a Thorgal con la misma intensidad que el deseo de su compañía, como demuestran las últimas páginas del álbum. Por cierto que Pablo, de El lector impaciente, ha realizado una deliciosa selección de imágenes en su sección Mujeres de Papel de la que, para un servidor, es la más fascinante amazona que nos ha regalado el cómic (no os perdáis tampoco la que dedicó igualmente a Aaricia).

La recuperación de objetos ligados al pasado del protagonista, como es en este caso el arma de mano del pueblo de las estrellas que antaño perteneciera a Ogotaï, puede parecer un poco traída por los pelos, sobre todo teniendo en cuenta que no será la primera vez que Van Hamme se incline por este recurso para hilvanar una trama. Es curioso, con esta historieta me he dado cuenta de lo chocante que puede resultar para alguien ajeno al argumento de la serie la inclusión de elementos de pura ciencia-ficción, cuando un amigo me decía al ojear el álbum (que tenía fuera de la estantería debido a la relectura necesaria para hacer este artículo), que le parecía totalmente fuera de lugar ver una pistola láser en un cómic de fantasía y aventuras. En fin, supongo que en eso radica la brillantez de sus autores, en saber combinar vertientes de tan diversa índole e integrarlos en una historia redonda, sin incongruencias.

Por otro lado, la preciosa relación de amor y dependencia que discurre en las páginas de este volumen entre Shenko y Floriane (que casi suplanta el interés por momentos al clásico enredo héroe-villano) es la de esos personajes que, pese a una mera intervención episódica, se nos queda grabada en la memoria. Es la virtud de muchos de los secundarios ideados por el guionista, ya lo he dicho más veces.


El desenlace de este número es el típico de cómic de aventuras y recuerda un poco al de Los arqueros (con el que mantiene algunas semejanzas), enlazando con una próxima entrega que lo cambiará todo. Como curiosidad, señalar una apreciación muy atinada que hacen los amigos franceses de Thorgal-BD, y es el hecho de que el ciclo empiece y acabe con Thorgal encerrado en una jaula.

9 comentarios:

Txema dijo...

Pues yo, ya tengo en mi poder "La Galera Negra". Y mira que me ha costado encontrarlo. A ver si tengo un ratillo y me lo leo, que tiene buena pinta.

Un abrazo.

Jolan dijo...

¡Eso, y cuando lo hagas me cuentas qué tal! que me gustaría conocer tu opinión sobre la serie, aunque aún lleves poquitos álbumes leídos y no haya empezado lo mejor. :)

Pardi dijo...

Que pereza me da leer una serie tan avanzada... demasiado publicados para mi gusto y eso que hace poco tiempo me recomendaste alguno que podía leer de manera independiente. Algún día los compraré al menos para conocerlos mejor. Salu2

Jolan dijo...

Te entiendo, Pardi. Yo también soy cada vez menos partidario de embarcarme en series muy largas, tanto en cómic como en novela en general. Pero Thorgal lleva acompañándome mucho tiempo y ya es de esas colecciones que forman parte de mis lecturas imprescindibles. Si tuviera que empezarla de cero sin conocerla, también me costaría tomar la decisión.

Txema dijo...

Ya te contaré, Jolan.

A mi al principio también me dio algo de pereza embarcarme en la lectura de una obra con tantos tomos publicados, pero he decidido ir saboreándola poco a poco, sin prisa pero sin pausa.

Loren Sparrow dijo...

Yo intento hacerme con un álbum o dos cada poco tiempo, pero eso sí, como todos los álbumes de este tipo, se devoran en veinte minutos o menos (y leyendo despacio xD).

Siento no poder leerme estos artículos en su momento porque aún no he llegado a estos álbumes, pero cuando llegue daré cuenta de ellos. xD Tan sólo los miro por encima, y como siempre, muy buenos.

Beldz dijo...

¿Y cuándo piensan publicar aquí el último número? Ya están tardando :(

lachlan dijo...

yo siempre tuve ganas de leer esta serie y jolan fue culpable "en parte" de decidirme finalmente por ella.
a mi,tambien me costo mucho encontar algunos numeros y tuve que rebuscar en muchas tiendas diferentes y eso que vivo en madrid.
aun asi,nunca tuve que recurir a internet para comprar ninguno.
ahora que finalmente la tengo completa,creo que merece la pena el esfuerzo si os gustan los comics.

Jolan dijo...

En mi caso, nunca me costó encontrar los álbumes de Thorgal (igual alguno se resistía, pero porque soy muy maniatico y esperaba a encontrar un número concreto en perfecto estado). Aquí, en Fnac yo diría que siempre los han tenido todos, y en Akira también.

De paso, he visto que en el plan editorial de Norma desde Junio a Agosto no aparece el último Thorgal. Verdaderamente, como decía Beldz, ya están tardando!

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