Norma editorial. Colección Pandora nº 80
Edición original: Les archers
Edición original: Les archers
Atención: este artículo puede revelar detalles sobre el argumento.
Una noche oscura, en la que el silencio sólo se ve interrumpido por el repiqueteo de la lluvia. Un santuario profanado, una reliquia robada y dos extraños que escapan entre las sombras: uno de ellos, una mujer cuya certera puntería les permite dejar atrás a sus perseguidores. Así da comienzo uno de los volúmenes más conocidos (y vendidos) de Thorgal y que mejor representa la faceta más netamente aventurera de la serie.
Para el que suscribe, el presente álbum es muy especial y sin duda uno de mis preferidos de la colección. Motivado en su día por una portada capaz de evocar una historia de aventuras en toda regla (apreciación que con su lectura se revela bien cierta) y porque siempre me han fascinado los relatos en los que interviene la figura del arquero, al más puro estilo Robin Hood, fue el primer 'Thorgal' en caer en mis manos. Al considerarla hoy por hoy entre mis series predilectas, entenderéis que el hecho marca lo suyo, así que espero que disculpéis si en mi comentario de este noveno número exalto demasiado sus virtudes.
Los arqueros es un preludio de la saga más consistente de la colección. No tanto porque aquí comience la historia que va a articular el ciclo de Qa, como por el hecho de servir de plataforma de presentación de los personajes secundarios (¡pero de primera categoría!) que van a acompañar a nuestro protagonista a lo largo de las siguientes entregas.
Pero centrémonos en el volumen en sí, que rebosa calidad suficiente para situarlo entre los mejores puestos. En la aventura anterior ya vimos que, desde que la familia se asentara en la isla que han convertido en su aislado refugio, Thorgal debe realizar periodicas escapadas al exterior por pura necesidad para avituallar a los suyos. Es en una de esas ocasiones cuando le sorprende en plena noche una tormenta sobre el mar embravecido, y el brusco encontronazo con otra pequeña embarcación hace zozobrar la suya y que dé con sus huesos en tierra, por fortuna, civilizada. En la cima del acantilado que le ve naufragar vive el viejo armero Arghum Pie-de-Árbol, tio del atolondrado Tjall -llamado el impetuoso-, con quien Thorgal ha sufrido el accidentado encuentro en el mar. Ambos le asisten y sanan de sus heridas, que por suerte no revisten de mayor gravedad. El ánimo de Thorgal se vuelca en recuperarse de inmediato para conseguir otra barca y los víveres necesarios para, de esta forma, regresar cuanto antes junto a su mujer y su hijo, porque en el naufragio ha perdido sus ya de por si exiguas pertenencias. La solución a sus problemas puede hayarse en el inminente torneo de tiro con arco que se va a celebrar los próximos días en la comarca, y en el que Pie-de-Árbol y su sobrino piensan tomar parte ante la perspectiva de una jugosa recompensa de cien marcos de plata. Sin embargo, no son los únicos buenos tiradores que se han planteado la misma idea. Una inquietante mujer, tan mortífera como embriagadora, se interpondrá en su camino y en la vida de Thorgal a partir de este momento: Kriss de Valnor.
La evolución de Rosinski es ya tan patente que desde ahora cada nueva entrega no hace sino subir enteros en el apartado gráfico, encumbrando sucesivamente su labor. Aquí nos vuelve a dar una lección de cómo su trabajo marca el ritmo de la narración, en un entorno de ambientes mediterráneos donde los tonos rojizos al calor de la lumbre nos hacen sentir como en casa y los bosques -esporádicamente asaltados por merodeadores de caminos-, las tierras altas ocupadas por clanes semi-salvajes, los prados y las florestas nos aproximan a un paisaje conocido, cercano y sin embargo extrañamente acogedor e intranquilo a la vez. Aún tratándose de una aventura más sosegada de lo que nos tiene acostumbrados, Van Hamme sabe dotar de la vitalidad apropiada a la historia, especialmente en la segunda mitad del álbum cuando el nervio del torneo se despliega viñeta tras viñeta. Pero sin duda su gran logro con este tomo es el desarrollo de los personajes, que paralelamente a la reafirmación en la obra de su compañero, pasa a adquirir una nueva dimensión gracias a las incorporaciones que lleva a cabo.
Para empezar, una vez más, tenemos a un Thorgal tenaz que se sigue apostando en su perfil más humano y modesto, expresando su imparcialidad en los asuntos ajenos que no afecten a la seguridad más inmediata de quienes le rodean con frases sentenciosas ('que los lobos se devoren entre ellos'). Pero a pesar de todo, como también le suele pasar, se ve abocado a inclinarse por la parte más débil y, embaucado de un modo más o menos voluntario, acaba tomando parte en el rescate de Kriss primero y en el concurso de tiro, posteriormente.
Con Tjall el impetuoso y Arghum Pie-de-Árbol aparecen dos personajes entrañables, dos excelentes compañeros de camino que aportan la fogosidad de la juventud y la sabiduría de la experiencia, respectivamente. Es curioso que el irresponsable, pero de gran corazón, Tjall se perfila en un principio como el contrapunto burlón a la sensatez de Thorgal y de su tio, aunque acontecimientos venideros nos hagan descartar finalmente esta idea. Hasta el momento, no habíamos visto a Thorgal labrarse una simpatía, que se tornará en amistad verdadera, de una honestidad tan inquebrantable. Pero quien entra como un torbellino en el elenco de secundarios de la serie es Kriss de Valnor, aun cuando en este tomo tan sólo empecemos a atisbar todo su potencial.
Si hay un personaje en la serie que huye de toda actitud maniquea, ésa es Kriss. Una femme fatale para quien el fin siempre justifica los medios. Arrolladoramente atractiva (cual una Angelina Jolie del mundo thorgaliano, si se me permite la comparación), ambiciosa, a veces terriblemente cruel y en cambio capaz de cruzar la línea entre lo reprobable y lo correcto, entre la confianza y el recelo, entre la compasión y la falta de escrúpulos, en un abrir y cerrar de ojos, pasando de la lealtad a la traición sin casi tiempo de asimilarlo. Esta chica es un caleidoscopio de moral cambiante y sentimientos confusos que hará que cuando creamos habernos formado una opinión firme sobre ella, se de la vuelta a la tortilla y nos deje -a nosotros y a Thorgal, con quien ejerce principalmente este juego- sin saber a qué atenernos respecto a su actitud. Y, aunque aún sea pronto para apuntarlo, dueña de un destino que se mezclará con el del héroe más de lo que podamos imaginar por ahora.
Hay que agradecer a los autores que por esta vez nos obsequien con la oportunidad de asistir a un final que no se vea impregnado de ese eterno toque amargo con el que gustan de concluir cada entrega, o no tanto, al menos, pues se convierte en esta ocasión en una sonrisa última de la dulce derrota. Esta es una aventura de competitividad, emoción y buen gusto para disfrutar página a página que no se cierra con la atenazadora incertidumbre del 'qué va a suceder ahora' tan propia de una inmensa mayoría de títulos de la colección. Para quienes no lo hayan leído aún, os anticipo que con este tomo lo pasaréis en grande mientras nuestros protagonistas tensan sus arcos y equilibran sus flechas. Y ahora sí; acomódense en sus butacas, que lo bueno no ha hecho más que empezar, como comprobaréis con el siguiente número.
Antes de terminar, aprovecho para hacerme eco de una estupenda noticia: la muy reciente publicación por Éditions Le Lombard del álbum nº 31 de Thorgal: Le bouclier de Thor (El escudo de Thor), guionizado como ya ocurría con el tomo anterior por Yves Sente, junto a nuestro imprescindible Grzegorz Rosinski. También en este caso gozará de una edición especial acompañada de seis fabulosos ex-libris. Podéis encontrar imágenes e información al respecto aquí.
Para el que suscribe, el presente álbum es muy especial y sin duda uno de mis preferidos de la colección. Motivado en su día por una portada capaz de evocar una historia de aventuras en toda regla (apreciación que con su lectura se revela bien cierta) y porque siempre me han fascinado los relatos en los que interviene la figura del arquero, al más puro estilo Robin Hood, fue el primer 'Thorgal' en caer en mis manos. Al considerarla hoy por hoy entre mis series predilectas, entenderéis que el hecho marca lo suyo, así que espero que disculpéis si en mi comentario de este noveno número exalto demasiado sus virtudes.
Los arqueros es un preludio de la saga más consistente de la colección. No tanto porque aquí comience la historia que va a articular el ciclo de Qa, como por el hecho de servir de plataforma de presentación de los personajes secundarios (¡pero de primera categoría!) que van a acompañar a nuestro protagonista a lo largo de las siguientes entregas.
Pero centrémonos en el volumen en sí, que rebosa calidad suficiente para situarlo entre los mejores puestos. En la aventura anterior ya vimos que, desde que la familia se asentara en la isla que han convertido en su aislado refugio, Thorgal debe realizar periodicas escapadas al exterior por pura necesidad para avituallar a los suyos. Es en una de esas ocasiones cuando le sorprende en plena noche una tormenta sobre el mar embravecido, y el brusco encontronazo con otra pequeña embarcación hace zozobrar la suya y que dé con sus huesos en tierra, por fortuna, civilizada. En la cima del acantilado que le ve naufragar vive el viejo armero Arghum Pie-de-Árbol, tio del atolondrado Tjall -llamado el impetuoso-, con quien Thorgal ha sufrido el accidentado encuentro en el mar. Ambos le asisten y sanan de sus heridas, que por suerte no revisten de mayor gravedad. El ánimo de Thorgal se vuelca en recuperarse de inmediato para conseguir otra barca y los víveres necesarios para, de esta forma, regresar cuanto antes junto a su mujer y su hijo, porque en el naufragio ha perdido sus ya de por si exiguas pertenencias. La solución a sus problemas puede hayarse en el inminente torneo de tiro con arco que se va a celebrar los próximos días en la comarca, y en el que Pie-de-Árbol y su sobrino piensan tomar parte ante la perspectiva de una jugosa recompensa de cien marcos de plata. Sin embargo, no son los únicos buenos tiradores que se han planteado la misma idea. Una inquietante mujer, tan mortífera como embriagadora, se interpondrá en su camino y en la vida de Thorgal a partir de este momento: Kriss de Valnor.
La evolución de Rosinski es ya tan patente que desde ahora cada nueva entrega no hace sino subir enteros en el apartado gráfico, encumbrando sucesivamente su labor. Aquí nos vuelve a dar una lección de cómo su trabajo marca el ritmo de la narración, en un entorno de ambientes mediterráneos donde los tonos rojizos al calor de la lumbre nos hacen sentir como en casa y los bosques -esporádicamente asaltados por merodeadores de caminos-, las tierras altas ocupadas por clanes semi-salvajes, los prados y las florestas nos aproximan a un paisaje conocido, cercano y sin embargo extrañamente acogedor e intranquilo a la vez. Aún tratándose de una aventura más sosegada de lo que nos tiene acostumbrados, Van Hamme sabe dotar de la vitalidad apropiada a la historia, especialmente en la segunda mitad del álbum cuando el nervio del torneo se despliega viñeta tras viñeta. Pero sin duda su gran logro con este tomo es el desarrollo de los personajes, que paralelamente a la reafirmación en la obra de su compañero, pasa a adquirir una nueva dimensión gracias a las incorporaciones que lleva a cabo.
Para empezar, una vez más, tenemos a un Thorgal tenaz que se sigue apostando en su perfil más humano y modesto, expresando su imparcialidad en los asuntos ajenos que no afecten a la seguridad más inmediata de quienes le rodean con frases sentenciosas ('que los lobos se devoren entre ellos'). Pero a pesar de todo, como también le suele pasar, se ve abocado a inclinarse por la parte más débil y, embaucado de un modo más o menos voluntario, acaba tomando parte en el rescate de Kriss primero y en el concurso de tiro, posteriormente.
Con Tjall el impetuoso y Arghum Pie-de-Árbol aparecen dos personajes entrañables, dos excelentes compañeros de camino que aportan la fogosidad de la juventud y la sabiduría de la experiencia, respectivamente. Es curioso que el irresponsable, pero de gran corazón, Tjall se perfila en un principio como el contrapunto burlón a la sensatez de Thorgal y de su tio, aunque acontecimientos venideros nos hagan descartar finalmente esta idea. Hasta el momento, no habíamos visto a Thorgal labrarse una simpatía, que se tornará en amistad verdadera, de una honestidad tan inquebrantable. Pero quien entra como un torbellino en el elenco de secundarios de la serie es Kriss de Valnor, aun cuando en este tomo tan sólo empecemos a atisbar todo su potencial.
Si hay un personaje en la serie que huye de toda actitud maniquea, ésa es Kriss. Una femme fatale para quien el fin siempre justifica los medios. Arrolladoramente atractiva (cual una Angelina Jolie del mundo thorgaliano, si se me permite la comparación), ambiciosa, a veces terriblemente cruel y en cambio capaz de cruzar la línea entre lo reprobable y lo correcto, entre la confianza y el recelo, entre la compasión y la falta de escrúpulos, en un abrir y cerrar de ojos, pasando de la lealtad a la traición sin casi tiempo de asimilarlo. Esta chica es un caleidoscopio de moral cambiante y sentimientos confusos que hará que cuando creamos habernos formado una opinión firme sobre ella, se de la vuelta a la tortilla y nos deje -a nosotros y a Thorgal, con quien ejerce principalmente este juego- sin saber a qué atenernos respecto a su actitud. Y, aunque aún sea pronto para apuntarlo, dueña de un destino que se mezclará con el del héroe más de lo que podamos imaginar por ahora.
Hay que agradecer a los autores que por esta vez nos obsequien con la oportunidad de asistir a un final que no se vea impregnado de ese eterno toque amargo con el que gustan de concluir cada entrega, o no tanto, al menos, pues se convierte en esta ocasión en una sonrisa última de la dulce derrota. Esta es una aventura de competitividad, emoción y buen gusto para disfrutar página a página que no se cierra con la atenazadora incertidumbre del 'qué va a suceder ahora' tan propia de una inmensa mayoría de títulos de la colección. Para quienes no lo hayan leído aún, os anticipo que con este tomo lo pasaréis en grande mientras nuestros protagonistas tensan sus arcos y equilibran sus flechas. Y ahora sí; acomódense en sus butacas, que lo bueno no ha hecho más que empezar, como comprobaréis con el siguiente número.
Antes de terminar, aprovecho para hacerme eco de una estupenda noticia: la muy reciente publicación por Éditions Le Lombard del álbum nº 31 de Thorgal: Le bouclier de Thor (El escudo de Thor), guionizado como ya ocurría con el tomo anterior por Yves Sente, junto a nuestro imprescindible Grzegorz Rosinski. También en este caso gozará de una edición especial acompañada de seis fabulosos ex-libris. Podéis encontrar imágenes e información al respecto aquí.
12 comentarios:
Genial reseña Jolan, como siempre. ;)
Aparte de secundar cada una de las palabras de Beldz y comentar que es un placer leer tus reseñas, solo decir que también es uno de los títulos que más me gustan de Thorgal y quizás por su portada, uno de los primeros que me atrayeron.
Un abrazo Jolan.
Gracias a los dos por vuestros comentarios! ;)
Yo creo que Los arqueros es un álbum que suele interesar incluso a gente que no sigue mucho el comic de temática fantástica. Casi diría que es una historia a la usanza del cine de aventuras que a todos convence. Ah, Angux, y como decía, yo precisamente descubrí Thorgal por esa portada, imagínate!
Se echaba de menos una actualización por aquí, compañero, pero cuando llega merece la pena. ¡No nos hagas esperar otro mes! :)
saludos,tenia esta serie desde hace mucho tiempo en el punto de mira,pero por fin me he decidido a leerla.
lo que pasa,es que tengo una duda.me han comentado que el orden de lectura no es el mismo que el publicado por norma.
¿es eso cierto?,y de ser asi,¿cual seria el orden correcto de la serie?.
he buscado por la red,pero no he encontrado respuesta por ningun lado...
Hola lachlan,
conociendo un poco tus gustos, estoy bastante seguro de que Thorgal te va a enganchar. Ya verás que es una serie magnífica! :)
El problema está en que Norma incluyó Thorgal -inexplicablemente- en la llamada colección Pandora (en lugar de constituir una serie de nombre propio), que contiene otros comics que no tienen nada que ver con Thorgal, así que en el lomo de cada álbum te encontrarás un nº que no indica orden correlativo alguno (ya sabes, no hagas ni caso a ese número).
De todos modos, Norma ha publicado todos los álbumes y su orden no es difícil de seguir. Te pongo aquí el orden de lectura de la colección:
THORGAL:
1. La maga traicionada
2. La isla de los mares helados
3. Los tres ancianos del país de Arán
4. La galera negra
5. Más allá de las sombras
6. La caída de Brek Zarith
7. El hijo de las estrellas
8. Alinoé
9. Los arqueros
10. El país Qa
11. Los ojos de Tanatloc
12. La ciudad del dios perdido
13. Entre tierra y luz
14. Aaricia
15. El señor de las montañas
16. Loba
17. La guardiana de las llaves
18. La espada-sol
19. La fortaleza invisible
20. La marca de los desterrados
21. La corona de Ogotaï
22. Gigantes
23. La jaula
24. Aracnea
25. La peste azul
26. El reino bajo la arena
27. El bárbaro
28. Kriss de Valnor
29. El Sacrificio
30. Yo, Jolan
31. Le Bouclier de Thor (en español: El Escudo de Thor). Fecha prevista de publicación en Francia: noviembre 2008.
Cualquier consulta que tengas, no dudes ni un momento en preguntarme. Y ya sabes que por aquí te irás encontrando, poco a poco, una pequeña reseña de cada nº de la colección. Saludos!
muchas gracias por aclarar mis dudas.
me los ire leyendo(poco a poco),al tiempo que ire comentando alguna cosa.
lo cierto,es que no he oido o leido en ningun sitio,una mala critica de nadie hacia la serie,y ya es dififil con la cantidad de gente que opinamos hoy en dia en internet...
"Los arqueros" es uno de los mejores álbumes de la serie y de hecho es tan bueno que el propio Van Hamme aprovechó buena parte del argumento con la competición del arco en un álbum posterior.
En su momento, fue uno de los cuatro que publicó Zinco antes de la edición de Norma. Este álbum se agotó y descatalogó y durante años hasta que Norma lo recuperó era prácticamente imposible de encontrar.
Excelente reseña y excelente blog, Jolan. Te voy a enlazar para tenerte controlado.
Impacientes Saludos.
Afortunadamente, Norma lo acababa de reeditar cuando me hice con él, hace ya bastantes años.
Pablo, a menudo paso por El Lector Impaciente, aunque no postee mucho, pero no ha sido hasta ahora, que con la excusa del año nuevo he aprovechado para hacer un reciclado de enlaces, cuando me he percatado de que no lo tenía añadido a los míos. ;)
Saludos!
Está muy bién lo del torneo de arqueros y esta coyuntura entre Kriss de Valnor y Thorgal es de lo mas emocionante. Pata de palo-arbol me resulta muy cómico y entrañable y el jóven Jtall el contrapunto a la seriedad del heroe Thorgal. A propósito ¿como haces esos comentarios de textos tán buenos? ¿eres escritor?
Olrik: Pues sí, ese torneo es una de mis escenas preferidas de toda la serie, memorable! Y los protagonistas de este álbum, también son fabulosos (encima es el que introduce a Kriss en la serie!)
¿Escritor? Qué va, ni mucho menos! :D Te agradezco que lo veas así, pero realmente no soy más que un fan de tantos que disfruta escribiendo de una serie que le encanta. ;)
Y debes de leer mucho porque yo ni queriendo tengo esa capacidad de análisis tán desarrollada como tú, cosa por la cual te felicito, porque da gusto leerte. Te lo dije con tú monográfico de Johan y Pirluit donde yo traté de "homenajearlo" je je en mis "comicsmasymas".
Me está gustando mucho esta serie, ahora estoy con la ciudad de los dioses y es excelente. Se disfruta.
Tendré que abrirme una cuenta google para que me lleguen tus corres de respuesta, aunque en el lateral derecho superior sale el último comentario. AL final no recuerdas donde posteas.
Un saludo Jolan.
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