Si el calendario no miente (por lo menos, el del LoneWolf Club del 94 según nos informa el amigo Lachlan) hace sólo unos días se cumplió el vigésimo quinto aniversario de la publicación de Huída de la oscuridad, el título que dio inicio a la popular serie Lobo Solitario, de Joe Dever. Así que es una buena ocasión para hablar un poco de este librojuego y de la saga.
Por una vez, en España no tuvimos que esperar demasiado para poder disfrutarlo, pues si en el Reino Unido (de donde es originario su autor) fue lanzado en 1984, aquí lo haría apenas un año después gracias a la hoy malograda editorial Altea, que se convirtió en receptora de algunas de las principales y más interesantes colecciones de librojuegos que emergieron por estos andurriales, en tiempos del verdadero auge del género tanto en Europa como en Estados Unidos.
Un cuarto de siglo después, las cosas son bien diferentes. Mientras que muchos de los países que vieron nacer el fenómeno se ocupan de resucitar la serie, con la renovada versión en inglés –incluida edición de coleccionista en formato de lujo- de Mongoose Publishing, como también la reedición italiana de Lupo Solitario, o la del francés Loup Solitaire por Gallimard, en nuestro país se mantiene la ausencia de novedades al respecto, sin contar la fracasada intentona de Timun Mas en 2003 (con los 5 primeros números publicados). Creo que ya he comentado en algún momento que Altea dejó colgados a los lectores en el nº 11, a una entrega de cerrar la saga del Magnakai, sellando la desgracia sobre el personaje de jubón verde en su trayectoria española, que sólo muchos años después, gracias al esfuerzo de un exiguo puñado de fieles seguidores, ha podido resurgir tímidamente y ver completadas algunas de sus aventuras inéditas en castellano.
El caso es que por ahí fuera no deben de funcionar mal las cosas con Lobo Solitario, a tenor de la aparición del Lone Wolf RPG (con reciente edición francesa ilustrada por el propio Gary Chalk) y un par de suplementos de juego. Por no mencionar la nueva serie de novelas, en inglés, inspiradas en las historias de Magnamund, el mundo que envuelve la epopeya de Lobo Solitario, o la más reciente versión del juego para la NDS (a la que ya dedicaré su espacio). Con todo, la vanguardia la lleva la editorial Mongoose, que se ha propuesto publicar los 28 volúmenes originales (incluyendo la ansiada y de escasa tirada saga del New Order) más los 4 últimos, hasta el 32, proyectados por Dever desde largo y que por fin se materializarán, incorporando importantes novedades: retoques en el guión, nuevas y más numerosas ilustraciones, mini-aventuras extra, etc.
Hay que decir, no obstante, que se aprecia un cierto parón o lentitud en la salida de las entregas. Parece que, en este mundo en el que la oferta lúdica actual sitúa a los librojuegos en un lugar bastante olvidado del entretenimiento, a Lobo Solitario le está costando un poco arrancar de su público potencial el éxito cosechado dos décadas atrás. Incluso la que fuera la comunidad más importante en torno a LS, Tower of the Sun, se fue al garete hace muchos meses de forma inexplicable ni visos de regresar. Quizá la salida de un futuro videojuego en preparación por Ksatria Games, que parece no ver nunca la luz, dé un nuevo empujón a la obra.
Una vez recapitulada la marcha de la situación contemporánea de Lobo Solitario, y ya que no es plan de andar lamentándose siempre de nuestra mala suerte pasada, lo mejor será recordar el libro que supuso el comienzo de la andadura del personaje. Las primeras partes siempre son memorables y el caso que nos ocupa no es distinto. Si bien se trata de una aventura sencilla, que carece de la intensidad y adicción de volúmenes posteriores (especialmente el excepcional Fuego sobre el agua, que lo sucede) implica nada menos que en el nacimiento de un héroe del que vamos a participar en su desarrollo a lo largo de múltiples libros y sus consiguientes misiones. Es una presentación limitada del mundo de Magnamund, porque lejos todavía de las odiseas que llevarán a Lobo Solitario a recorrer cada extremo del continente, no dejamos su Sommerlund natal ni las inmediaciones del Monasterio del Kai y de la capital del país.
Con Huída de la oscuridad nos introducimos en un periodo en el que la presencia de los Señores de Helgedad es cada vez más palpable. Confinados en su tierra de pesadilla bajo el mandato de su líder, Zagarna, amenazan a las naciones libres del norte -las Lastlands- en particular al odiado país vecino de Sommerlund, donde siglos atrás Águila del Sol fundó la Orden del Kai justamente para mantener a raya a sus inveterados enemigos, sirvientes del tenebroso dios Naar en su pugna por controlar Aon, el universo que alberga Magnamund.
Hasta aquí, nada original: la típica lucha a muerte en un mundo fantástico entre los malísimos de turno contra los campeones del bien. Sin embargo, el libro empieza con la masacre absoluta de los buenos. La Orden del Kai al completo, reunida por la festividad de Fehmarh, se viene abajo cuando los Señores de la Oscuridad atacan por sorpresa su monasterio, segando la vida de hasta el último de sus miembros e invadiendo el resto del país simultáneamente. El principal baluarte de la seguridad de las Lastlands cae y sus componentes desaparecen. Todos, salvo un joven novicio que, debido a su laxitud y torpeza, se encontraba fuera del monasterio recogiendo leña como castigo por su actitud durante su formación. De esta forma, jugamos el papel del único superviviente de la catástrofe, que pese a su nada prometedor aprendizaje dentro de la orden, se ve predestinado a convertirse en único depositario de los conocimientos de la misma.
Tampoco con esto de la figura del eterno elegido podemos destacar nada original. La diferencia se halla en que, además de un relato fantástico, estamos ante un juego. Y es el jugador quien va a determinar con sus decisiones, y el factor suerte por medio, si el protagonista dará con sus huesos en la primera cuneta o si será capaz de afrontar el grave peligro que se cierne sobre Magnamund y restaurar la vieja gloria del Kai. Pero la primera misión del rebautizado -por razones evidentes- Lobo Solitario, es mucho más modesta. Simplemente huir, echar a correr campo a través y ocultarse en los bosques hasta alcanzar la ciudad para dar la voz de aviso y comunicar las malas nuevas al rey Ulnar de Sommerlund. No puede hacer mucho más, pues es un muchacho que apenas cuenta con escasas nociones de las disciplinas poco ejercidas que sus maestros trataban de transmitirle, junto a unos cuantos víveres y objetos de poco valor. Naturalmente, el camino no va a estar exento de peligros y aunque los enemigos que se encuentre distan mucho de aquellos con los que se verá las caras en próximas incursiones, en la situación de debilidad con la que parte en este primer volumen pasaremos apuros para finalizar con éxito su cometido.
Como ya he dicho, uno de los principales puntos a favor de Huída de la oscuridad es que, al ser el primer libro, nos inserta en el universo donde tienen lugar las aventuras de Lobo Solitario. Y lo hace con gran acierto, porque pese a las limitaciones de Dever en sus comienzos (secciones parcas en texto y un estilo narrativo todavía poco elaborado) y su aparente falta de ambición literaria, es un título hacia el que los aficionados guardan un gran cariño. Hay que reconocer que las ilustraciones de Gary Chalk contribuyen en enorme medida a mantener esta apreciación. Gracias a la pluma de Dever y a los dibujos de Chalk, entra en escena una buena variedad de seres, lugares y personajes que vamos a ir encontrándonos de forma recurrente en el futuro. Desde un bestiario representativo de las criaturas que componen las hordas de los Señores de la Oscuridad (giaks, kraans, vordaks e incluso los siempre temibles helghast) a personajes secundarios que se convertirán en eventuales compañeros de viaje de Lobo Solitario (como el mago Banedon o el capitán D’Val). No falta tampoco lo que será una costumbre permanente de la colección; la de sumergirnos a medida que recorremos sus distintos capítulos en las leyendas de Magnamund, para un conocimiento más profundo por el lector, logrando así su implicación en la serie.
La sencillez argumental se extiende también al apartado de reglas, concisas, que hemos de manejar para abrirnos paso en la aventura. En este sentido, aunque fácilmente entendibles, las reglas de juego de Lobo Solitario constituyen un salto de gigante respecto a las del conjunto de series menores de librojuegos que pululaban por entonces en las librerias. Aquí ya tenemos la sensación de que un librojuego se convertía en algo más que un mero pasapáginas de una sección a otra; ligeramente similar así a un juego de rol, algo rudimentario, para un solo jugador (aunque sólo sea por el uso del D10, inusual por entonces en un librojuego). El sistema de lucha no es complejo, pero en él ya intervienen factores ausentes en otras colecciones: a las conocidas puntuaciones de Destreza en el Combate y Puntos de Resistencia se suman aspectos tales como la elección del arma, modificadores al combate, objetos que aportan beneficios, la forma en que afectan las Disciplinas del Kai al resultado, las cualidades de los enemigos y sus resistencias a según qué tipo de ataque, etc.
Es realmente interesante la lista de Disciplinas del Kai que se enumeran dentro de las instrucciones: Camuflaje, Caza, Sexto Sentido, Rastreo, Curación, Dominio en el manejo de las armas, Defensa psíquica, Ataque psíquico, Afinidad animal y Poder mental sobre la materia. Una variedad de artes marciales y habilidades esotéricas secretas que conferían a los Señores del Kai ese aire a medio camino entre monjes de inspiración oriental y paladines medievales. Como Iniciado del Kai (tu rango de partida en el momento de empezar), tan sólo controlas cinco disciplinas a tu elección, de entre las diez propuestas que irás consiguiendo a medida que se desarrollen tus progresos en la sabiduría de la Orden. De la correcta elección de las disciplinas depende en cierto modo tu capacidad para acabar la aventura con éxito, aunque nunca será obligatorio disponer de una determinada disciplina para solventar una sección de paso imprescindible para llegar al final.
En lo que se refiere a la jugabilidad de la aventura, aunque no está al nivel de la mayoría de entregas siguientes, hay que destacar el empeño del autor por permitir una amplia disponibilidad de elección de caminos a seguir y de libertad de acción a lo largo de sus 350 secciones. Los enemigos son abundantes y diversos, algunos de los cuales pueden darnos problemas si consideramos la inexperiencia de nuestro bisoño héroe y la ausencia de elementos de ayuda (en especial la famosa espada Sommerswerd, que nos permitirá despachar alegremente esta clase de monstruos en un futuro), aunque en general se les puede vencer con relativa facilidad. Se puede decir, por tanto, que presenta un grado de dificultad media, motivado sobre todo por lo raso de nuestras estadísticas iniciales, carentes de los bonus que se irán obteniendo luego.
El trabajo que realiza Gary Chalk (ilustrador de los 8 primeros números de Lobo Solitario) le eleva a la categoría de artífice del éxito de la colección casi en la misma medida que su escritor. Entre sus dibujos para 'Huída de la oscuridad' se encuentran, para mi gusto, algunos de los mejores de la serie. Más tarde, se volvió algo descuidado y le relevó Brian Williams, al que personalmente prefiero, aunque hay que admitir que cogió el testigo con el personaje ya bien asentado en la mente de los fans gracias a la visión, a menudo deforme -sobre todo con los personajes- y otras brillante -en especial con paisajes y construcciones- que Chalk logró aportar. En la edición española perpetrada por Timun hemos contado con nuevos dibujos, prácticamente abocetados, a cargo del argentino Alejandro Colucci, cumplidores pero ausentes de chispa y sobre todo muy poco comprometidos con el relato. Aspecto determinante, tal era la importancia de mantener las ilustraciones originales (en un género donde estas son esenciales), para el fracaso del relanzamiento.
Quizás este hecho contribuyó a que se mitificara y convirtiese en objeto de culto, disparado de precio en la segunda mano, la vieja edición de Altea que, bajo sus características tapas de color verde (a pesar de las horrendas portadas de Ricardo Recio), aúna en su interior todos los buenos recuerdos de la desbordante imaginación que esta serie de librojuegos ya desató en los años ochenta. Por eso no recibo con agrado ni los cambios argumentales ni las nuevas ilustraciones introducidas por Mongoose, que me parecen una traición a la historia primitiva. Para mi, el Lobo Solitario de 'Huida de la oscuridad' siempre será el muchacho asustado que salió a por leña y se encontró a la vuelta con todos sus camaradas muertos y su hogar destruido (y no el que ahora pretende la editorial británica, mucho más típico y rendido a lo convencional, que le hace partícipe de la defensa del monasterio desde las primeras páginas).
Para la memoria colectiva de los aficionados a los librojuegos siempre quedará esa versión previa como la auténtica, que aún hoy se encuentra accesible. Ya que, por suerte, hace años que Joe Dever concedió la posibilidad de la publicación online al completo de Lobo Solitario (de forma totalmente gratuita y legal) a la web de Project Aon, donde paralelamente a la venta de la nueva edición de Mongoose, podemos disfrutar de estos libros (hasta la fecha, 21 números disponibles en inglés y 6 en español).
¡Qué mejor forma de homenajear a Lobo Solitario en sus 25 añitos que echándose una partida a 'Huída de la oscuridad'!
Otras reseñas de Lobo Solitario en Adalides:
LS#6: La piedra de la ciencia.
Por una vez, en España no tuvimos que esperar demasiado para poder disfrutarlo, pues si en el Reino Unido (de donde es originario su autor) fue lanzado en 1984, aquí lo haría apenas un año después gracias a la hoy malograda editorial Altea, que se convirtió en receptora de algunas de las principales y más interesantes colecciones de librojuegos que emergieron por estos andurriales, en tiempos del verdadero auge del género tanto en Europa como en Estados Unidos.
Un cuarto de siglo después, las cosas son bien diferentes. Mientras que muchos de los países que vieron nacer el fenómeno se ocupan de resucitar la serie, con la renovada versión en inglés –incluida edición de coleccionista en formato de lujo- de Mongoose Publishing, como también la reedición italiana de Lupo Solitario, o la del francés Loup Solitaire por Gallimard, en nuestro país se mantiene la ausencia de novedades al respecto, sin contar la fracasada intentona de Timun Mas en 2003 (con los 5 primeros números publicados). Creo que ya he comentado en algún momento que Altea dejó colgados a los lectores en el nº 11, a una entrega de cerrar la saga del Magnakai, sellando la desgracia sobre el personaje de jubón verde en su trayectoria española, que sólo muchos años después, gracias al esfuerzo de un exiguo puñado de fieles seguidores, ha podido resurgir tímidamente y ver completadas algunas de sus aventuras inéditas en castellano.
El caso es que por ahí fuera no deben de funcionar mal las cosas con Lobo Solitario, a tenor de la aparición del Lone Wolf RPG (con reciente edición francesa ilustrada por el propio Gary Chalk) y un par de suplementos de juego. Por no mencionar la nueva serie de novelas, en inglés, inspiradas en las historias de Magnamund, el mundo que envuelve la epopeya de Lobo Solitario, o la más reciente versión del juego para la NDS (a la que ya dedicaré su espacio). Con todo, la vanguardia la lleva la editorial Mongoose, que se ha propuesto publicar los 28 volúmenes originales (incluyendo la ansiada y de escasa tirada saga del New Order) más los 4 últimos, hasta el 32, proyectados por Dever desde largo y que por fin se materializarán, incorporando importantes novedades: retoques en el guión, nuevas y más numerosas ilustraciones, mini-aventuras extra, etc.
Hay que decir, no obstante, que se aprecia un cierto parón o lentitud en la salida de las entregas. Parece que, en este mundo en el que la oferta lúdica actual sitúa a los librojuegos en un lugar bastante olvidado del entretenimiento, a Lobo Solitario le está costando un poco arrancar de su público potencial el éxito cosechado dos décadas atrás. Incluso la que fuera la comunidad más importante en torno a LS, Tower of the Sun, se fue al garete hace muchos meses de forma inexplicable ni visos de regresar. Quizá la salida de un futuro videojuego en preparación por Ksatria Games, que parece no ver nunca la luz, dé un nuevo empujón a la obra.
Una vez recapitulada la marcha de la situación contemporánea de Lobo Solitario, y ya que no es plan de andar lamentándose siempre de nuestra mala suerte pasada, lo mejor será recordar el libro que supuso el comienzo de la andadura del personaje. Las primeras partes siempre son memorables y el caso que nos ocupa no es distinto. Si bien se trata de una aventura sencilla, que carece de la intensidad y adicción de volúmenes posteriores (especialmente el excepcional Fuego sobre el agua, que lo sucede) implica nada menos que en el nacimiento de un héroe del que vamos a participar en su desarrollo a lo largo de múltiples libros y sus consiguientes misiones. Es una presentación limitada del mundo de Magnamund, porque lejos todavía de las odiseas que llevarán a Lobo Solitario a recorrer cada extremo del continente, no dejamos su Sommerlund natal ni las inmediaciones del Monasterio del Kai y de la capital del país.
Con Huída de la oscuridad nos introducimos en un periodo en el que la presencia de los Señores de Helgedad es cada vez más palpable. Confinados en su tierra de pesadilla bajo el mandato de su líder, Zagarna, amenazan a las naciones libres del norte -las Lastlands- en particular al odiado país vecino de Sommerlund, donde siglos atrás Águila del Sol fundó la Orden del Kai justamente para mantener a raya a sus inveterados enemigos, sirvientes del tenebroso dios Naar en su pugna por controlar Aon, el universo que alberga Magnamund.
Hasta aquí, nada original: la típica lucha a muerte en un mundo fantástico entre los malísimos de turno contra los campeones del bien. Sin embargo, el libro empieza con la masacre absoluta de los buenos. La Orden del Kai al completo, reunida por la festividad de Fehmarh, se viene abajo cuando los Señores de la Oscuridad atacan por sorpresa su monasterio, segando la vida de hasta el último de sus miembros e invadiendo el resto del país simultáneamente. El principal baluarte de la seguridad de las Lastlands cae y sus componentes desaparecen. Todos, salvo un joven novicio que, debido a su laxitud y torpeza, se encontraba fuera del monasterio recogiendo leña como castigo por su actitud durante su formación. De esta forma, jugamos el papel del único superviviente de la catástrofe, que pese a su nada prometedor aprendizaje dentro de la orden, se ve predestinado a convertirse en único depositario de los conocimientos de la misma.
Tampoco con esto de la figura del eterno elegido podemos destacar nada original. La diferencia se halla en que, además de un relato fantástico, estamos ante un juego. Y es el jugador quien va a determinar con sus decisiones, y el factor suerte por medio, si el protagonista dará con sus huesos en la primera cuneta o si será capaz de afrontar el grave peligro que se cierne sobre Magnamund y restaurar la vieja gloria del Kai. Pero la primera misión del rebautizado -por razones evidentes- Lobo Solitario, es mucho más modesta. Simplemente huir, echar a correr campo a través y ocultarse en los bosques hasta alcanzar la ciudad para dar la voz de aviso y comunicar las malas nuevas al rey Ulnar de Sommerlund. No puede hacer mucho más, pues es un muchacho que apenas cuenta con escasas nociones de las disciplinas poco ejercidas que sus maestros trataban de transmitirle, junto a unos cuantos víveres y objetos de poco valor. Naturalmente, el camino no va a estar exento de peligros y aunque los enemigos que se encuentre distan mucho de aquellos con los que se verá las caras en próximas incursiones, en la situación de debilidad con la que parte en este primer volumen pasaremos apuros para finalizar con éxito su cometido.
Como ya he dicho, uno de los principales puntos a favor de Huída de la oscuridad es que, al ser el primer libro, nos inserta en el universo donde tienen lugar las aventuras de Lobo Solitario. Y lo hace con gran acierto, porque pese a las limitaciones de Dever en sus comienzos (secciones parcas en texto y un estilo narrativo todavía poco elaborado) y su aparente falta de ambición literaria, es un título hacia el que los aficionados guardan un gran cariño. Hay que reconocer que las ilustraciones de Gary Chalk contribuyen en enorme medida a mantener esta apreciación. Gracias a la pluma de Dever y a los dibujos de Chalk, entra en escena una buena variedad de seres, lugares y personajes que vamos a ir encontrándonos de forma recurrente en el futuro. Desde un bestiario representativo de las criaturas que componen las hordas de los Señores de la Oscuridad (giaks, kraans, vordaks e incluso los siempre temibles helghast) a personajes secundarios que se convertirán en eventuales compañeros de viaje de Lobo Solitario (como el mago Banedon o el capitán D’Val). No falta tampoco lo que será una costumbre permanente de la colección; la de sumergirnos a medida que recorremos sus distintos capítulos en las leyendas de Magnamund, para un conocimiento más profundo por el lector, logrando así su implicación en la serie.
La sencillez argumental se extiende también al apartado de reglas, concisas, que hemos de manejar para abrirnos paso en la aventura. En este sentido, aunque fácilmente entendibles, las reglas de juego de Lobo Solitario constituyen un salto de gigante respecto a las del conjunto de series menores de librojuegos que pululaban por entonces en las librerias. Aquí ya tenemos la sensación de que un librojuego se convertía en algo más que un mero pasapáginas de una sección a otra; ligeramente similar así a un juego de rol, algo rudimentario, para un solo jugador (aunque sólo sea por el uso del D10, inusual por entonces en un librojuego). El sistema de lucha no es complejo, pero en él ya intervienen factores ausentes en otras colecciones: a las conocidas puntuaciones de Destreza en el Combate y Puntos de Resistencia se suman aspectos tales como la elección del arma, modificadores al combate, objetos que aportan beneficios, la forma en que afectan las Disciplinas del Kai al resultado, las cualidades de los enemigos y sus resistencias a según qué tipo de ataque, etc.
Es realmente interesante la lista de Disciplinas del Kai que se enumeran dentro de las instrucciones: Camuflaje, Caza, Sexto Sentido, Rastreo, Curación, Dominio en el manejo de las armas, Defensa psíquica, Ataque psíquico, Afinidad animal y Poder mental sobre la materia. Una variedad de artes marciales y habilidades esotéricas secretas que conferían a los Señores del Kai ese aire a medio camino entre monjes de inspiración oriental y paladines medievales. Como Iniciado del Kai (tu rango de partida en el momento de empezar), tan sólo controlas cinco disciplinas a tu elección, de entre las diez propuestas que irás consiguiendo a medida que se desarrollen tus progresos en la sabiduría de la Orden. De la correcta elección de las disciplinas depende en cierto modo tu capacidad para acabar la aventura con éxito, aunque nunca será obligatorio disponer de una determinada disciplina para solventar una sección de paso imprescindible para llegar al final.
En lo que se refiere a la jugabilidad de la aventura, aunque no está al nivel de la mayoría de entregas siguientes, hay que destacar el empeño del autor por permitir una amplia disponibilidad de elección de caminos a seguir y de libertad de acción a lo largo de sus 350 secciones. Los enemigos son abundantes y diversos, algunos de los cuales pueden darnos problemas si consideramos la inexperiencia de nuestro bisoño héroe y la ausencia de elementos de ayuda (en especial la famosa espada Sommerswerd, que nos permitirá despachar alegremente esta clase de monstruos en un futuro), aunque en general se les puede vencer con relativa facilidad. Se puede decir, por tanto, que presenta un grado de dificultad media, motivado sobre todo por lo raso de nuestras estadísticas iniciales, carentes de los bonus que se irán obteniendo luego.
El trabajo que realiza Gary Chalk (ilustrador de los 8 primeros números de Lobo Solitario) le eleva a la categoría de artífice del éxito de la colección casi en la misma medida que su escritor. Entre sus dibujos para 'Huída de la oscuridad' se encuentran, para mi gusto, algunos de los mejores de la serie. Más tarde, se volvió algo descuidado y le relevó Brian Williams, al que personalmente prefiero, aunque hay que admitir que cogió el testigo con el personaje ya bien asentado en la mente de los fans gracias a la visión, a menudo deforme -sobre todo con los personajes- y otras brillante -en especial con paisajes y construcciones- que Chalk logró aportar. En la edición española perpetrada por Timun hemos contado con nuevos dibujos, prácticamente abocetados, a cargo del argentino Alejandro Colucci, cumplidores pero ausentes de chispa y sobre todo muy poco comprometidos con el relato. Aspecto determinante, tal era la importancia de mantener las ilustraciones originales (en un género donde estas son esenciales), para el fracaso del relanzamiento.
Quizás este hecho contribuyó a que se mitificara y convirtiese en objeto de culto, disparado de precio en la segunda mano, la vieja edición de Altea que, bajo sus características tapas de color verde (a pesar de las horrendas portadas de Ricardo Recio), aúna en su interior todos los buenos recuerdos de la desbordante imaginación que esta serie de librojuegos ya desató en los años ochenta. Por eso no recibo con agrado ni los cambios argumentales ni las nuevas ilustraciones introducidas por Mongoose, que me parecen una traición a la historia primitiva. Para mi, el Lobo Solitario de 'Huida de la oscuridad' siempre será el muchacho asustado que salió a por leña y se encontró a la vuelta con todos sus camaradas muertos y su hogar destruido (y no el que ahora pretende la editorial británica, mucho más típico y rendido a lo convencional, que le hace partícipe de la defensa del monasterio desde las primeras páginas).
Para la memoria colectiva de los aficionados a los librojuegos siempre quedará esa versión previa como la auténtica, que aún hoy se encuentra accesible. Ya que, por suerte, hace años que Joe Dever concedió la posibilidad de la publicación online al completo de Lobo Solitario (de forma totalmente gratuita y legal) a la web de Project Aon, donde paralelamente a la venta de la nueva edición de Mongoose, podemos disfrutar de estos libros (hasta la fecha, 21 números disponibles en inglés y 6 en español).
¡Qué mejor forma de homenajear a Lobo Solitario en sus 25 añitos que echándose una partida a 'Huída de la oscuridad'!
Otras reseñas de Lobo Solitario en Adalides:
LS#6: La piedra de la ciencia.
18 comentarios:
Preciso y minucioso artículo acerca de Huida de la Oscuridad. Como siempre, Jolan, un placer leer tus artículos sobre librojuegos.
¡Qué gran manera de conmemorar el vigésimo quinto aniversario de Huida!
Un librojuego... interesante. Nunca había llegado a saber qué eran hasta leer el artículo.
Por cierto, ¿la editorial Altea está en Altea? Es que, hasta hace 2 años,yo era de allí.
¡Saludos!
Hola Nickrar. Que yo sepa, la editorial Altea no tenía nada que ver con la localidad alicantina...
¿Nunca has probado un librojuego? Pues te lo recomiendo. 'Huída de la oscuridad' es un buen título para empezar. Saludos!
Muy buen artículo, Jolan, como siempre. ;-)
A ver si vuelvo a jugar a este también, porque ya hace unos cuantos años que lo jugué, aunque prácticamente me acuerdo de todo. XDD
Ese Gary Chalk de figuras achaparradas...
Sí, los dibujos de Chalk son inconfundibles... :)
Comentario totalmente por fuera del tema de la entrada:
Pues nada, que me uno a las manifestaciones de felicitación por el cumpleaños del autor del blog. Y del insigne Peyo, gracias a quien tantos ratos felices pase en mi niñez.
De nuevo, gracias. ;)
Woa! Enhorabuena por el blog, lo acabo de descubrir y es fantástico!!
Tengo en primera edición casi todos los librojuegos de Altea, era un absoluto fanático suyo...de hecho era tan fanático que aún los guardo en casa, en una caja a buen recaudo. Sorprendido de saber que valían, aunque les tengo tal estima que por supuesto, no contemplo desprenderme de ellos. Tanto los usé que son un trozo de mí mismo.
Seguiré atentamente este blog. Saludos!
Hola real_cool_cat y bienvenido. Yo tengo mis Altea junto al resto de librojuegos en su estantería bien colocaditos, y también los conservo como oro en paño. :) Tampoco se me ocurriría venderlos, a pesar de que se han llegado a pagar barbaridades por ellos. ¡Saludos! ;)
Me encanta el tema, yo tengo todos los libros que publicó Altea Junior.
Os hemos hecho una reseña en BlogGames, aprovechando que se ha publicado en Nintendo DS "Huida de la Oscuridad": http://www.bloggames.es/juegos.php/Freeware/DS/Lobo-Solitario-Huida-de-la-Oscuridad-Juego-completo.html
saludos
Descargué hace tiempo el 'Huída de la oscuridad' en mi DS, y aunque aún tengo que verlo en profundidad (ya haré un comentario más exhaustivo sobre el juego cuando lo haya disfrutado a fondo), la primera impresión ha sido muy buena.
Interesante página la vuestra; me la apunto. Y muchas gracias por la mención ;) Saludos.
Hola, mi tiempo libre debido a una pequeña lesión me ha hecho recuperar mi colección de libros juego y por supuesto una de las sagas más apasionantes, LOBO SOLITARIO, aquí es cuando agradezco las ventajas de internet y quiero decir que el artículo es exquisito.
Muchas gracias por incluir también lo del Proyecto Aon, voy a ver si puedo echar una mano...
Los estados convalencientes son perfectos para recuperar antiguas aficiones, Pedro V. Seguro que tu reencuentro con Lobo Solitario está siendo muy satisfactorio y, a la vez, cargado de viejos recuerdos.
Ah, échale un vistazo también a la web de Grand Master (ver enlace en la barra lateral).
Saludos.
Hola, no solo se han publicado 6 en España. Yo tengo el 7 y el 9 en Español, el 8 no pude conseguirlo.
Los tengo en venta para quien sepa valorarlos. Creo que se cuentan con los dedos de una mano. De momento me ofrecen bastante por ellos.
Escribidme a dalasav@yahoo.es
Efectivamente son 11 los volúmenes publicados en España. Yo dispongo de todos ellos y de alguno más en inglés, pero dejo a voluntad de quien nos lea si se quiere poner en contacto contigo para una posible transacción.
Eso sí, me temo que no están los tiempos para pagar las burradas que he visto por ahí que se piden por algunos de los viejos librojuegos de Altea. Pera cada cual es muy libre de invertir su dinero en lo que desee, faltaría más.
El articulo está bien. Creo que Chalk no se fue por descuidado sino más bien por todo lo contrario, por demasiado comprometido.
Y Recio creo que hizo buenas portadas como Las mazmorras de Torgar, y no siendo genial lo prefiero a todas las portadas de Redfox.
Colucci no hizo ningún boceto sino auténticos dibujos, y son un hito porque nadie hasta el momento hizo dibujos originales diferentes a las ediciones inglesas. Eso hay que agradecérselo a Timun Mas y a Colucci por no copiar a Gary Chalk, que siendo nuestro favorito no siempre mejora entre sus copistas y emuladores.
Alguien sabría decirme, si la arma que posees en los combates, aumenta la destreza en relación al número designado por el arma?
Ejemplo:
Poseo una lanza, me aumenta 3 de destreza(ahún no teniendo la habilidad dominio). O poseo un espadón, aumenta 10 la destreza.
O se usa pero solo sube destreza si se posee la habilidad: dominio en el manejo de las armas?
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