El mundo de los videojuegos siempre ha gozado de una atracción incontestable para abarcar nuestras horas de ocio desde hace ya unas cuantas décadas, y los últimos años han visto nacer, gracias a la red, una nueva modalidad que ha disparado todavía más el interés entre todos los públicos. Son los llamados juegos online multijugador masivos, también conocidos como MMOG's, que ponen en contacto simultáneamente y a gran escala a jugadores de todo el mundo para cooperar y competir en escenarios de distintas temáticas.
Entre los más populares seguro que os suena el ambientado en el universo de Warcraft (WoW), por citar el mejor ejemplo que inmediatamente se nos viene a la cabeza. Con cientos de miles de seguidores y el lanzamiento periodico de expansiones que permiten ampliar el marco de sus ya gigantescas fronteras, se trata de juegos que requieren por fuerza de una cuota de suscripción mensual y del software apropiado para garantizar interminables horas y más horas de entretenimiento, amén de una conexión a la web.
Sin embargo, con el auge de Internet y su extensión a todos los soportes -consolas portátiles y smartphones incluidos- también ha proliferado una variante mucho más sencilla, pero nada despreciable, de este tipo de juegos, que destaca por su carácter gratuíto y abierto. Igualmente llamados juegos de navegador (BG's, Browser Games), no requieren de instalación alguna y tan sólo precisan de un registro libre para empezar a jugar. Todos los hemos visto mientras navegamos o andamos googleando por cualquier rincón de la red: sus llamativos banners nos asaltan de pronto en múltiples páginas.
La facilidad de acceso permite jugarlos en cualquier lado y casi desde cualquier medio (junto a las redes sociales o el correo electónico, son de hecho una de las actividades en las que más de uno emplea sus ratos vacíos -bueno, y no tan vacíos- en el trabajo). Y es que a veces basta con dedicarles 10 minutos al día para llevar la cuenta personal de jugador actualizada (aunque el nivel de enganche de cada cual es muy relativo), si bien la acción que transcurre en los mismos no se detiene; está en un constante desarrollo que implica la necesidad de varios servidores en función de su número de adeptos.
Antaño yo era jugador asiduo de videojuegos, incluso con etapas de adicción frenética a algún título en concreto. Pero quedó en cosa del pasado; hasta el punto de que hoy día soy más dado a rejugar aquellos abandonware que me marcaron, o como mucho algún que otro cartucho de la NDSi, que los lanzamientos más actuales. Así que si os lo preguntábais: no, no participo en ninguno de estos pequeños juegos online ni mi ánimo es patrocinarlos especialmente.
Para ser sincero, no me interesan demasiado. Partiendo de su gratuidad, tengo entendido que a la larga implican el pago de mínimas sumas, ya sea vía sms o por otros métodos, para acceder a determinadas características reservadas, o bien llegado un punto concreto del juego para evolucionar en el mismo y poder competir con efectividad. Digamos que en esa ligera aportación consiste el truco de las empresas desarrolladoras de estos juegos, aunque imagino que no todos funcionan así. En cambio, no he podido permanecer ajeno a este fenómeno al percatarme -cómo no hacerlo- de la enorme oferta existente y en gran medida enfocada hacia la temática fantástica (si bien también los hay estratégicos, de simulación, deportivos, espaciales, de gestión de recursos, etc.)
Sin duda parecen entretenidos, no hay que descargar nada, la mayoría cuentan con su versión en español y corren bien en equipos de rendimiento modesto. Voy a centrarme, pues, en los de género fantástico o de aventuras y a enumerar unos cuantos de entre los muchos por los que es posible decidirse (hacer click en el banner o enlace correspondiente para acceder a la pantalla de registro). Seguramente alguno los habréis probado y tendréis una opinión más certera de hasta qué punto merecen la pena.
Uno de los juegos de navegador más veteranos, con millones de usuarios registrados. Ambientado en el periodo de la Pax Romana, el jugador tiene la posibilidad de elegir entre romanos, galos y germanos. Combinando la obtención de recursos y la estrategia militar, la finalidad es desarrollar el nivel de civilización de una primitiva aldea gracias a la colonización y la conquista.
Parecido al anterior, Guerras Tribales se inclina más por el factor estratégico y de conquista en la Edad Media. Como soberano de un pequeño pueblo, debes luchar por el poder y la gloria entrenando a tus tropas y llevándolas a la guerra contra otros poblados.
El juego online para piratas y filibusteros. Conviértete en capitán de navío: compra tus barcos y equípalos, dirígelos a través de los mares en busca de tesoros, libra batallas navales y hunde los buques de tus enemigos para ampliar tu dominio en alta mar.
Apoya a uno de los reinos, Valorian o Derion, en su lucha incesante por la supremacía del continente. Elige a cuál de ellos unirte y toma parte en las batallas fantásticas para asegurar la paz y ayudar a revelar secretos legendarios. Un emocionante juego de rol de misiones y exploración. Visualmente parece muy bonito.
Juego de estrategia militar y civilización que te transporta a un mundo de fantasía donde eres el controlador total de todo un imperio. La tensión aumenta cada instante pues estarás rodeado de otros Imperios dispuestos a aprovechar cualquier debilidad para arrasar tus ejércitos y arrebatarte tus ciudades.
Un intuitivo juego en el que deberás encargarte de tomar las mejores decisiones para tu ciudad, desarrollando tu ejército y tu armada iniciando el glorioso camino que te llevará a convertirla en una gran metrópolis, sin descuidar la atención a los dioses del panteón griego, cuya ayuda puede determinar tu victoria o tu derrota.
¿Vampiro o Licántropo? La batalla ha comenzado. Elige tu bando y gana oro, experiencia y botín en forma de carne o sangre humana. Compra armas y pociones para mejorar tus fuerzas.
Modalidades Héroe y Lord según prefieras enfocar tus esfuerzos al desarrollo de tus tierras o a vivir una épica aventura RPG. Una tierra mística donde muchas razas compiten por la soberanía. Gráficos de alta calidad y multitud de aspectos tácticos por controlar, convierten este juego de navegador en una de las opciones más destacadas.
Otro de los preferidos, de ambientación helenística en este caso, que también combina colonización y conquista con el comercio y la diplomacia. Gestión de materias primas, batallas marítimas y terrestres, evolución de un asentamiento, etc. hacen de Ikariam el enésimo juego en el que debes levantar un imperio de la nada.
Y para terminar, uno que ya comenté en el momento de su puesta en marcha. Inspirado en la fabulosa saga de videojuegos Ultima de Richard Garriot, no tiene, por desgracia, realmente mucho que ver con esta. Se reduce a un producto más de estrategia en la misma línea de los comentados anteriormente.
Pues bien, creo que no es necesario continuar para hacernos una idea. Como he dicho, esta no es más que una minúscula selección entre la ingente cantidad de juegos de este tipo que podéis encontrar (la mayoría demasiado parecidos entre sí, la verdad) y a los que echar una partida a través de vuestro navegador web.
Entre los más populares seguro que os suena el ambientado en el universo de Warcraft (WoW), por citar el mejor ejemplo que inmediatamente se nos viene a la cabeza. Con cientos de miles de seguidores y el lanzamiento periodico de expansiones que permiten ampliar el marco de sus ya gigantescas fronteras, se trata de juegos que requieren por fuerza de una cuota de suscripción mensual y del software apropiado para garantizar interminables horas y más horas de entretenimiento, amén de una conexión a la web.
Sin embargo, con el auge de Internet y su extensión a todos los soportes -consolas portátiles y smartphones incluidos- también ha proliferado una variante mucho más sencilla, pero nada despreciable, de este tipo de juegos, que destaca por su carácter gratuíto y abierto. Igualmente llamados juegos de navegador (BG's, Browser Games), no requieren de instalación alguna y tan sólo precisan de un registro libre para empezar a jugar. Todos los hemos visto mientras navegamos o andamos googleando por cualquier rincón de la red: sus llamativos banners nos asaltan de pronto en múltiples páginas.
La facilidad de acceso permite jugarlos en cualquier lado y casi desde cualquier medio (junto a las redes sociales o el correo electónico, son de hecho una de las actividades en las que más de uno emplea sus ratos vacíos -bueno, y no tan vacíos- en el trabajo). Y es que a veces basta con dedicarles 10 minutos al día para llevar la cuenta personal de jugador actualizada (aunque el nivel de enganche de cada cual es muy relativo), si bien la acción que transcurre en los mismos no se detiene; está en un constante desarrollo que implica la necesidad de varios servidores en función de su número de adeptos.
Antaño yo era jugador asiduo de videojuegos, incluso con etapas de adicción frenética a algún título en concreto. Pero quedó en cosa del pasado; hasta el punto de que hoy día soy más dado a rejugar aquellos abandonware que me marcaron, o como mucho algún que otro cartucho de la NDSi, que los lanzamientos más actuales. Así que si os lo preguntábais: no, no participo en ninguno de estos pequeños juegos online ni mi ánimo es patrocinarlos especialmente.
Para ser sincero, no me interesan demasiado. Partiendo de su gratuidad, tengo entendido que a la larga implican el pago de mínimas sumas, ya sea vía sms o por otros métodos, para acceder a determinadas características reservadas, o bien llegado un punto concreto del juego para evolucionar en el mismo y poder competir con efectividad. Digamos que en esa ligera aportación consiste el truco de las empresas desarrolladoras de estos juegos, aunque imagino que no todos funcionan así. En cambio, no he podido permanecer ajeno a este fenómeno al percatarme -cómo no hacerlo- de la enorme oferta existente y en gran medida enfocada hacia la temática fantástica (si bien también los hay estratégicos, de simulación, deportivos, espaciales, de gestión de recursos, etc.)
Sin duda parecen entretenidos, no hay que descargar nada, la mayoría cuentan con su versión en español y corren bien en equipos de rendimiento modesto. Voy a centrarme, pues, en los de género fantástico o de aventuras y a enumerar unos cuantos de entre los muchos por los que es posible decidirse (hacer click en el banner o enlace correspondiente para acceder a la pantalla de registro). Seguramente alguno los habréis probado y tendréis una opinión más certera de hasta qué punto merecen la pena.
Travian
Uno de los juegos de navegador más veteranos, con millones de usuarios registrados. Ambientado en el periodo de la Pax Romana, el jugador tiene la posibilidad de elegir entre romanos, galos y germanos. Combinando la obtención de recursos y la estrategia militar, la finalidad es desarrollar el nivel de civilización de una primitiva aldea gracias a la colonización y la conquista.
Tribal Wars
Parecido al anterior, Guerras Tribales se inclina más por el factor estratégico y de conquista en la Edad Media. Como soberano de un pequeño pueblo, debes luchar por el poder y la gloria entrenando a tus tropas y llevándolas a la guerra contra otros poblados.
Seafight
El juego online para piratas y filibusteros. Conviértete en capitán de navío: compra tus barcos y equípalos, dirígelos a través de los mares en busca de tesoros, libra batallas navales y hunde los buques de tus enemigos para ampliar tu dominio en alta mar.
4Story
Apoya a uno de los reinos, Valorian o Derion, en su lucha incesante por la supremacía del continente. Elige a cuál de ellos unirte y toma parte en las batallas fantásticas para asegurar la paz y ayudar a revelar secretos legendarios. Un emocionante juego de rol de misiones y exploración. Visualmente parece muy bonito.
Empire Strike
Juego de estrategia militar y civilización que te transporta a un mundo de fantasía donde eres el controlador total de todo un imperio. La tensión aumenta cada instante pues estarás rodeado de otros Imperios dispuestos a aprovechar cualquier debilidad para arrasar tus ejércitos y arrebatarte tus ciudades.
Grepolis
Un intuitivo juego en el que deberás encargarte de tomar las mejores decisiones para tu ciudad, desarrollando tu ejército y tu armada iniciando el glorioso camino que te llevará a convertirla en una gran metrópolis, sin descuidar la atención a los dioses del panteón griego, cuya ayuda puede determinar tu victoria o tu derrota.
Bitefight
¿Vampiro o Licántropo? La batalla ha comenzado. Elige tu bando y gana oro, experiencia y botín en forma de carne o sangre humana. Compra armas y pociones para mejorar tus fuerzas.
Modalidades Héroe y Lord según prefieras enfocar tus esfuerzos al desarrollo de tus tierras o a vivir una épica aventura RPG. Una tierra mística donde muchas razas compiten por la soberanía. Gráficos de alta calidad y multitud de aspectos tácticos por controlar, convierten este juego de navegador en una de las opciones más destacadas.
Ikariam
Otro de los preferidos, de ambientación helenística en este caso, que también combina colonización y conquista con el comercio y la diplomacia. Gestión de materias primas, batallas marítimas y terrestres, evolución de un asentamiento, etc. hacen de Ikariam el enésimo juego en el que debes levantar un imperio de la nada.
Lord of Ultima
Y para terminar, uno que ya comenté en el momento de su puesta en marcha. Inspirado en la fabulosa saga de videojuegos Ultima de Richard Garriot, no tiene, por desgracia, realmente mucho que ver con esta. Se reduce a un producto más de estrategia en la misma línea de los comentados anteriormente.
Pues bien, creo que no es necesario continuar para hacernos una idea. Como he dicho, esta no es más que una minúscula selección entre la ingente cantidad de juegos de este tipo que podéis encontrar (la mayoría demasiado parecidos entre sí, la verdad) y a los que echar una partida a través de vuestro navegador web.
2 comentarios:
Interesante, aunque peligroso artículo (más que nada por la tentación de entrar a echar un vistazo y quedar enganchado a alguno de los juegos que comentas):)
Me temo que me pasa un poco como a ti, soy más de jugar a clásicos que a los nuevos. En cualquier caso, como no tengo mucho tiempo disponible, normalmente lo uso en otros menesteres, pero tengo ejemplos cercanos de gente que se tira tantas horas cultivando coles, nabos y boniatos en su huerto virtual en horario de curro, que seguro encontraría trabajo como capataz en cualquier macro-huerta almeriense que se precie.
¡Un saludo!.
Jeje... sí, entre facebook, juegos online y demás, yo también me sé de más de un@ que no da un palo al agua en el curro.
Yo es que no tengo tiempo para estas cosas, y cuando saco un ratito para jugar, pues eso, o retomo algún clásico o me echo una partidilla a algo en la NDS.
Pero es apabullante la cantidad de juegos de este tipo que han aparecido en la red; ni imaginaba que fueran tantos, y la mayoría de género fantástico además.
Saludos, sobrasada!
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