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miércoles, 10 de julio de 2013

Lección de pesca


No es muy habitual verme tratar sobre cómic puramente infantil/juvenil, aunque lo de poner etiquetas a menudo sea algo capcioso (y con el fantástico, más... que mucha gente tiende a aproximarlo a estos círculos de lectura fácil). Sin embargo, siento una especial predilección por el arte de Émile Bravo, el dibujante y autor de Spirou: Diario de un ingenuo, de Mi mamá está en América... y de Las asombrosas aventuras de Jules (reciente publicación en dos maravillos tomos integrales por obra de Ponent Mon). Por eso, cuando me enteré de que Dib-buks iba a publicar su último trabajo, Lección de pesca, no pude por menos que lanzarme a echarle un vistazo.

Lección de pesca es un cuento ilustrado que, bajo la apariencia de una historieta inocente, no siente reparos en exhibir una crítica mordaz y objetiva contra el capitalismo y la cultura del afán desmedido. Émile Bravo adapta con sus ilustraciones un manifiesto del Nobel de Literatura (en 1972) de origen alemán Heinrich Böll (Opiniones de un payaso), escrito con motivo del 1 de mayo, día del trabajo, para la NDR en 1963.

El dibujo es una delicia, como siempre cabe esperar de Bravo, y aunque se trate de un cuento muy reducido en cuanto a duración, es una bonita pieza para coleccionistas y seguidores del dibujante francoespañol, o como regalo para jóvenes lectores que se estén iniciando en el cómic. Y el formato le ha quedado realmente coqueto a la editorial.

Por eso agradezco a Dib-buks la cesión de un ejemplar para examinar esta obrita, y os invito a conocer un poco más de ella, así como otras creaciones del brillante Émile Bravo, desde este enlace en La Espada en la Tinta.

«En un pequeño puerto de mar, un viejo pescador descansa en su barca. Un turista, curioso e inquieto, se acerca y entabla una conversación con él... Estos dos hombres no pueden ser más diferentes el uno del otro, y sin embargo, acaban coincidiendo en una cuestión esencial...

Este relato corto de Heinrich Böll, ilustrado por Émile Bravo, nos ofrece una verdadera lección de... vida.»

6 comentarios:

Nocturna dijo...

Hola!!
Pues a mi que me encanta el cómic este lo conocía, bueno sinceramente tampoco creo que lo hubiese leído jejeje. Pero aún así me gusta conocer toda clases de cómic me guste o no. Gracia por la info cielo, besotes ;)

Jolan dijo...

Hola Nocturna.
Este cómic (más bien un cuento ilustrado) es tan sencillito que así de primeras es verdad que no da para mucho. Lo que sí te aconsejo sin dudarlo son otras obras de Bravo que encontrarás en el enlace, en especial su versión de Spirou y los integrales de Jules.

Saludos y gracias a ti por comentar. ;)

Pedro Camello dijo...

Sí, la verdad es que es una pequeña maravilla de muy agradable lectura.

Y sin embargo... bueno, el final estaba claro desde el principio, pero ello no resta para nada el mensaje de la historia, con la que conecto al cien por cien.

Me rechina un poco el recurso del negar con la cabeza del pescador, un lenguaje gestual que no termina de funcionarme en esta historia y que es una parte clave del desarrollo del personaje... pero claro, a ver cómo lo haces si no...

Una lectura agradable y sencilla, aunque no tanto como parece.

Jolan dijo...

Hola, Pedro.
Sí, bueno, la sustancia de la historia se adivina a las primeras de cambio. No se oculta nada, es verdad. Pero, tal como dices, no le quita validez al mensaje.

Je, tiene gracia... yo también me fijé en el detalle del pescador al negar con la cabeza, pero no sé muy bien por qué!

Jareth dijo...

Pues otro de Bravo a tener en cuenta, aunque probablemente habrá de esperar porque ya tengo el baúl de lecturas veraniegas completito, completito. Una de mis próximas lecturas probablemente sea el tomo dos de Jules que hace un tiempo ya tengo por casa. Por cierto que, además de un estupendo autor de comics, Bravo me pareció un tipo muy simpático y accesible cuando pude tratarlo en el pasado Salón del Cómic de Barcelona. Tengo el primer tomo de Jules y su Spirou dedicados, con dibujos incluidos, entre lo más preciado de mi colección.

Ah, Jolan, por fin me he hecho con los dos tomos de Ramiro. Me costaron una pasta pero espero haya merecido la pena el gasto. ¿Los has leído?

Saludos desde dentro del laberinto.

Jolan dijo...

Hola Jareth!
Hombre, no es lo más prioritario de Bravo, pero como decía arriba, siempre es un gusto ver su dibujo. Sin duda los Jules llenan mil veces más.

Y sí, Bravo es un tipo majo. Yo también coincidí con él en un Expocómic, donde me dedicó el Spirou, y no veas qué charlas se echaba con alguna gente como si les conociera de toda la vida, jeje.

Pues no, me temo que los Ramiro aún no los he comprado/leído. El precio ha sido el principal motivo, aunque seguro que merecen la pena. O los pillo de biblioteca o ya caerán con el tiempo. ¡Espero reseña en tu laberinto!

Saludos veraniegos! (a ver si espabilo un poco de este horrible calor y actualizo el blog pronto)

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