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domingo, 12 de febrero de 2012

Percevan (VIII): La Tabla de Esmeralda

Luguy - Léturgie - Fauche (Dargaud. 1995)
Grijalbo/Dargaud (1995 - redistribución Norma: 2008)
Edición original: La table d'emeraude

Atención:
este artículo puede revelar detalles sobre el argumento.

Regreso por fin a Perceván después de un larguísimo paréntesis para abordar la conclusión, con este tercer tomo, del Ciclo de Ainock, tras las aventuras que tuvieron lugar en Las Llaves de Fuego y Los Señores del Infierno. La saga más extensa vivida por Perceván encuentra en este número un colofón apoteósico, digno de cualquier gran relato épico, lleno de luchas, magia y peligros. Y sus autores no decepcionan, manejando correctamente los hilos para el desarrollo de las tramas abiertas en los dos álbumes anteriores y cerrándolas con un broche totalmente imprevisto.


Tras haber tomado el control sobre el indestructible destacamento infernal de Ainock, el nuevo Señor de Miunicornio se dispone a dar el golpe definitivo que le permita dominar cuanto esté a su alcance. Libre de la amenaza que constituyen el caballero Perceván y el mago Sharlaan, se propone incluso investirse de la autoridad real doblegando al legítimo soberano mediante artes oscuras, para lo cual cuenta con la asistencia del brujo Cienciencias. La reconstrucción de Malicorne toca a su fin, abriendo de este modo el pasaje a su reverso tenebroso. En uno de los salones de este reflejo desdoblado se encuentra la tabla esmeralda; receptáculo en el que se hayan consignados los poderes y conocimientos mágicos de Ainock el Viejo, uno de los mayores hechiceros conocidos, fundador de la misteriosa fortaleza y creador de los Señores del Infierno.


Cienciencias, a punto de poner sus manos sobre el más valioso hallazgo de fuerzas arcanas al que nunca nadie haya tenido acceso, desconfía de que Sharlaan esté del todo fuera de combate, por lo que envía al barón Piedramuerta y su sirviente Polémic a la morada de Balkis con el objeto de eliminar la envoltura física del mago, para evitar así que pueda recobrar su espíritu, que había pasado al cuerpo inerte de Perceván. En efecto la situación es crítica, pues tras el último enfrentamiento con uno de los guerreros infernales, el alma recuperada del caballero y la del propio Sharlaan conviven en el mismo cuerpo, con el riesgo de volver a ambos completamente locos a menos que se efectúe la ceremonia de transferencia que devuelva a cada uno a su ser. Sólo separados de nuevo, y al mismo tiempo luchando juntos (con la inestimable ayuda de Kervin y Guimly, Balkis, y el grupo de rebeldes que se unirán a su causa) serán capaces de poner freno a los planes del perverso brujo y del felón que mantiene en jaque al reino. Pero antes tendrán que dar con la tabla de esmeralda y esquivar una vez más la letal amenaza de los Señores del Infierno.


Volvemos a tener un álbum de atmósfera tensa y entorno aciago (con esa lluvia constante que parece no fuera a retirarse jamás de las viñetas), donde el desenlace de la historia que ha ocupado los tres últimos tomos impone una carrera contrarreloj de los héroes sobre sus encarnizados enemigos desde la primera hasta la última página. La Tabla de Esmeralda contiene todos los elementos para mantener la emoción, el ardor de sus protagonistas y la inquietud en el lector a lo largo de toda la narración. A pesar de lo previsible de algunas cuestiones sobre las que trata de mantener un pretendido secreto (por ejemplo, la identidad del bellaco de turno, tocado por un casco que le oculta el rostro hasta el momento en que decide descubrirse, más o menos a mitad del relato) y de los guiños manifiestos a otras preclaras obras de corte fantástico (¿quién no ha pensado en los pavorosos Nazgûl al contemplar a los Señores del Infierno?), logra entretener endiabladamente y conservar el toque de frescura que sigue caracterizando hoy día a la serie, por más que en ocasiones se note la salida de Fauche de la colección, que firma con ésta su última entrega como coguionista.

Tengo la impresión de que el tratamiento del color en este número (que, como en los dos previos, ha sido llevado a cabo por Anne-Marie Ducasse) está ligeramente más cuidado. Y, aunque este es un aspecto que no deja de mejorar en los próximos álbumes, se percibe una buena compenetración en el equipo que Luguy, detallista como de costumbre hasta en el menor rasgo, consolida siempre en este campo. Eso sí, a partir del último tercio de la aventura, veremos impregnarse todo de la llamativa tonalidad verdosa que podemos deducir del significativo y colorido título.


Como también ocurría durante las dos partes predentes, en este capítulo Léturgie y Fauche estiran el lado más fantástico de la serie, dando una manifiesta primacía a la magia, con un acentuado apoyo gráfico del dibujante en este punto, sin apartarse del predominio de aventura de estética medieval por encima de cualquier otra apariencia, que se permite incluso algún anecdótico matiz histórico de cuando en cuando (existe, por cierto, un verdadero castillo, más bien palacio, de Malicorne o Miunicornio -entre los que jalonan la ribera del Loira-; sin embargo, por desgracia para nuestra imaginativa mente, nada tiene que ver con la primitiva residencia de la familia Ainock, y menos aún cuenta con la particularidad de poseer un doble exacto en las profundidades de sus cimientos). Pero volviendo sobre lo que comentábamos acerca de la magia, el presente volumen recoge momentos, como la lid entre Cienciencias y Sharlaan (al más puro estilo Saruman vs Gandalf) o la llegada ante el sanctasanctórum de Miunicornio donde se yergue la tabla de esmeralda (la viñeta que nos muestra su interior refleja un cierto toque ciencia-ficción a lo años 70) que son dignos de película. Tengamos muy en cuenta también -ya lo dijimos- que el paso del mago de Aslor por el cuerpo de Perceván no habrá sido en vano (el mismo caballero se percata ya durante esta historieta de que algo extraño y nuevo habita en él) y le dejará secuelas que tendrán efecto en el futuro. Por último, es inevitable que nos preguntemos por el destino que habrá sufrido Cienciencias, que desaparece desde esta aventura para los números venideros.


A quienes sí vemos reaparecer es a algunos personajes que homenajean a colegas de profesión de los autores (los mismos que ya vimos al hablar del sexto tomo, destacando que en el grupo de cómicos ambulantes reconocíamos a Régis Loisel y, sobre todo, a Pelisse, la bella protagonista de su más popular tebeo, si recordáis). Por otra parte, ahí está como siempre Kervin para poner la nota ocurrente, así como el dúo formado por Piedramuerta y Polémic, que -admitámoslo- a veces son un poco plomos en su reiterada sarta de porrazos y descalificaciones el uno al otro. Por eso, sabiamente, los autores optarán por dejarles apartados en la recámara momentáneamente, pendientes de volver a la acción cuando una inflexión al chiste ingenuo lo requiera (los tomos inmediatamente posteriores a éste no se caracterizan en especial por tu tono humorístico). De hecho, con el final de este ciclo, otro infausto varapalo recae sobre nuestro desdichado caballero pelirrojo (es una de las señas de identidad de la serie que más valoro, poco dada a apostar por términos felices sino a inclinarse por soluciones más racionales y verosímiles) que últimamente no gana para penurias: el destierro, la más injusta recompensa para un héroe con un sentido del orgullo como el que posee Perceván. En lo sucesivo le veremos arrastrar con cierta vergüenza semejante deshonra para él.


Si alguien se propusiera hacer una película sobre las aventuras de Perceván, probablemente este Ciclo de Ainock sería la mejor adaptación que pudiera sugerir: contiene acción, intrigas, magia, un plantel muy completo y variado de personajes (en el que no falta el complemento femenino al personaje principal), las dosis necesarias de drama y de humor, etc.. Sin ser mis álbumes preferidos de la colección, reconozco en cambio que serían la opción más impactante y atractiva para la gran pantalla. Como eso parece estar lejos de ocurrir, nos conformaremos con seguir leyendo sus aventuras sobre el papel, que afortunadamente por el momento no faltan (no olvidemos que además existe un integral justo de este ciclo).


Puesto que el monográfico llevaba parado bastante tiempo, hemos visto pasar unas cuantas novedades en torno a Perceván sin una mención a conciencia por aquí. Mientras que en España ya disfrutamos del anunciado Las Tierras sin retorno, nuestros vecinos galos cuentan desde el pasado septiembre con un nuevo título en sus librerías, que suma el 14º a la colección: Les Marches d'Eliandysse (Las escaleras de Eliandysse). Además, ya podemos contemplar algunas de las nuevas planchas del álbum en preparación, que lleva el título provisional de Le Huitième Royaume (El octavo reino), como siempre por cortesía de la web oficial en francés.

7 comentarios:

Nickrar dijo...

Jeje, ¡estupenda reseña del cómic que cierra el emocionante arco argumental de Miunicornio! Coincido contigo que es el más "mágico" de los que habían sacado hasta entonces...
La verdad es que es bien emocionante... mi padre tenía hasta "Las llaves de fuego", tuve que esperar bastantes años a que Norma redistribuyera las continuaciones para poder saber cómo seguía la trama... por supuesto, la espera valió la pena :D
Y espero que antes de verano nos llegue el 14º tomo de Percevan, tengo esperanzas...
¡¡Saludos!! :D

Jolan dijo...

Hola Nickrar. No tengo tan claro que veamos el tomo 14 antes de verano (por lo menos en el plan editorial de Norma del primer trimestre no aparece...) pero confío que sí saldrá a lo largo de este año.

Por mi parte espero no tardar tanto en sacar la reseña del próximo álbum: El Arcano Negro.

Saludos. ;)

Nickrar dijo...

Bueno, es cierto que es algo ingenuo por mi parte creer que el próximo Percevan nos llegará antes de la primera mitad del año, pero la esperanza es lo último que se pierde... coincido contigo, que llegue lo año es lo más probable... al menos, no se demoraron mucho en maquetar y traducir el decimotercer Percevan, mientras sigan tratando bien su saga...
¡Tengo ganas de ver tu opinión sobre "El Arcano Negro", es una aventura independiente que me gustó mucho.
¡Saludos! :D

Josep dijo...

Enhorabuena por este blog!
Perceván fue para mi infancia un elemento muy importante...no recuerdo exactamente como llegó hasta mis manos el primer volumen de esta serie, Las tres estrellas de Ingaar, pero fue como un flechazo...finales de los 80! quién me iba a decir, un chaval de 11 años, que en el 2012 todavía seguiría comprando sus cómics! supongo que me hubiera alegrado un montón, por supuesto, pero creyendo que iríamos por álbum número 25 como mínimo...que ingenuo!
Y que mal lo pasé esos 4 años de espera desde Las llaves de fuego, con ese fatídico final, hasta Los señores del infiero...no lo digo en broma, lo pasé realmente mal, soñaba incluso que llegaba a la tienda y me encontraba con el nuevo álbum! Por ese entonces no había internet, no había manera de enterarse de nada sobre este tipo de cómics! Hasta escribí una carta a un periódico en su suplemento dominical que aquí habéis hecho referencia, para preguntar si sabían algo...ya os lo mandaré si queréis!

bueno, basta de hablar de mí, quería comentaros mi desconcierto inicial con respecto al último album editado en España: Las Tierra Sin Retorno
en general me ha parecido bastante pobre, en cuanto a historia y dibujos, pero sobretodo me ha desconcertado la parte final, pues no lo he acabado de pillar del todo sólo lo he leído una vez, que conste, pero la verdad es que ni los comentarios de la última página los acabo de pillar...no sé si alguien de por aquí le ha pasado lo mismo, o es que yo ya me he hecho mayor y es problema mío.
Gracias y larga vida a Perceván!!!

Jolan dijo...

Hola Josep, y bienvenido!

Siempre me agrada escuchar historias sobre la forma en que llegamos a conocer estos tebeos en nuestra infancia, durante una etapa en la que -como bien dices- no había internet ni forma de estar al tanto de muchas cosas. Imagino tu frustración con aquella larga espera desde el tomo 6 (y más teniendo en cuenta como terminaba aquel tomo..!) hasta su continuación. Muy grande que escribieras al suplemento, ¿te llegaron a responder con algo?

Cierto; Luguy no se caracteriza por publicar con mucha rapidez que digamos. A día de hoy todavía está preparando el tomo 15 ('El octavo reino'), mientras que en España seguimos esperando por el 14 (que Norma, por ahora, no ha anunciado entre sus lanzamientos de principios de 2013).

En cuanto al álbum 13, 'Las tierras sin retorno', a mi también me pareció un poco flojillo (también lo he leído sólo una vez de momento), pero más en cuanto a guión que dibujo. Creo que en este último, Luguy ha perfeccionado mucho su trazo; aunque siempre digo que se echa un poco en falta ese estilo de los primeros números.

A ver si no tarda mucho en llegar el nº 14 y podemos contrastar opiniones sobre este. Gracias por pasarte por aquí y, por cierto, me has recordado que va siendo hora de avanzar un poco con el monográfico y escribir pronto la reseña del siguiente volumen.

Saludos!

Josep dijo...

Hola Jolan!

agradezco tus comentarios y tu labor en este blog.

Sí que me contestaron, pero sin mucho éxito pues en ese momento no sabían nada de cuándo iba a aparecer el esperado 7to álbum de Perceván...el suplemento era el Tebeo del Periodico de Catalunya (aquí te paso una imagen: http://perekoniec.blogspot.com.es/2012/08/los-videojuegos-nunca-me-interesaron.html), creo que los tengo guardados en casa de mis padres, soy un coleccionista nato!

Te animo a seguir con tus posts de Perceván, ahora toca El Arcano Negro!

Mi album preferido, y creo que coincido contigo según he leído por aquí, es La Espada de Ganaël, aunque El País de Aslor no se queda corto.

saludos!

Jolan dijo...

Reholas, Josep!

Mucho me temo que ni la propia Grijalbo tenía demasiado claro hacia dónde iban las colecciones que mantenían entonces.

Haces bien en conservar esos tebeos del periodico. Yo pensaba que había perdido los míos y hace tiempo descubrí que todavía los tenía guardados por ahí. Y me hizo ilusión, la verdad.

Sí, a ver si ya en enero puedo subir la reseña de 'El Arcano Negro'. Efectivamente, mis álbumes preferidos de Perceván son 'La Espada de Ganaël' y 'El país de Aslor', aunque la saga de Ainock en su conjunto también es un puntazo.

Saludos y muchas gracias por seguir con interés el monográfico de la serie!

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