Y seguimos con adaptaciones... Le toca el turno a El hijo de las estrellas (L'enfant des étoiles), primer volumen de la versión novelada de Thorgal, una de las BD's europeas de mayor solera (más de treinta años a sus espaldas y otros tantos álbumes) de la fantasía heroica, que como sabéis de sobra los que venís por aquí se cuenta entre mis colecciones más queridas del mundo del cómic. Aunque al hablar de Thorgal parece que ya casi cuesta definirlo exclusivamente dentro de un sólo medio, ya que en los últimos años la obra de Van Hamme y Rosinski ha experimentado una enorme ramificación hacia otras vertientes -no siempre con demasiado acierto- y así hemos visto surgir desde un videojuego, a un CD de música inspirada en la serie y sus personajes, productos diversos de merchandising (como los bustos de la familia protagonista al completo) y, ya de vuelta a las viñetas, varios spin-off sobre los secundarios más importantes del hilo principal, cuyo número inaugural basado en Kriss de Valnor acaba de ser publicado en español por Norma. Naturalmente queda la serie original como referente absoluto e incomparable respecto de todos estos subproductos, muy especialmente los álbumes de la etapa Van Hamme-Rosinski, por encima de toda forma de rentabilizar su éxito mediante otras fórmulas y soportes.
Así que no parece raro que el último proyecto en sumarse en torno al héroe criado por los vikingos haya sido el traspaso de sus aventuras de las páginas del cómic a las de un libro (o en plural, ya que lo inabarcable de sus historietas impone la puesta en marcha de todo un conjunto de tomos para recogerlas convenientemente). Los aficionados recibieron la noticia de su salida con ilusión y recelo a partes iguales. A la alegría motivada porque la mayor extensión de las páginas de una novela iba a permitir cubrir las inevitables lagunas del tebeo ante lo intrincado de su argumento a lo largo de tantas y tantas entregas, se le une también una cierta desconfianza debido a la dificultad que supone versionar las prolongadas y enrevesadas tramas desarrolladas por Van Hamme. Con saber que el resultado cuenta con el beneplácito de los padres de Thorgal (una lectura sorprendente, en palabras del propio guionista), sin duda nos sentimos aliviados frente nuestras lógicas reticencias iniciales sobre este experimento. Personalmente yo también tenía mis reservas acerca de un nuevo intento de explotar un poco más al personaje, pero debo admitir que finalmente me pudo la curiosidad y, tras haber leído la primera entrega de sus andanzas, no me he sentido decepcionado.
Esta primera adaptación de las aventuras de Thorgal al plano literario, bajo el título de uno de los álbumes más representativos de la saga, vio la luz a finales de 2009. Curiosamente, no vino precedida de ningún tipo de acción promocional, de modo que su aparición en las librerías pilló a los aficionados completamente por sorpresa. Tras haber adquirido los derechos de adaptación, la editorial francesa Milan (especializada en literatura infantil y juvenil) propuso a Amélie Sarn -autora que trabaja regularmente en su plantilla- si quería asumir el reto. La elección no fue al azar: Sarn reconoce ser seguidora acérrima de la colección desde siempre y haber leído y releído cada uno de sus volúmenes. Escritora y traductora de multitud de libros, especialmente para un público joven, ha trabajado igualmente como guionista de las editoriales Delcourt, Dargaud o 12bis, junto a autores como Eric Corbeyran. También ha realizado la adaptación del film de dibujos animados Les Triplettes de Belleville. No dudó un instante en hacerse cargo de la novelización de Thorgal y, como ella misma declara, es algo que ya se había intentado en anteriores ocasiones, pero ni Le Lombard ni Van Hamme ni Rosinski se mostraban satisfechos con lo que les habían presentado hasta entonces. Tras analizar el planteamiento expuesto por Amélie Sarn, la autora recibió carta blanca para desarrollar sus ideas al respecto.
Con muy buen criterio, aborda la historia de Thorgal desde sus comienzos, siguiendo un estricto orden cronológico natural. Es la mejor forma de reinventar al personaje, respetando el espíritu que da vida al cómic pero, al mismo tiempo, salvando las pequeñas incoherencias que motivan las vueltas atrás en la serie, al estar en constante evolución a lo largo de sus muchos números, explica la autora francesa. La fidelidad al tebeo no implica que no haya podido explayarse en aquellos episodios de la vida de Thorgal que se recorren de pasada en las viñetas; pequeñas modificaciones y añadidos, siempre con el aval de Van Hamme, que no traicionan su origen. Le queda así un buen margen al lector para el redescubrimiento, la sorpresa y otras nuevas escenas, de modo que no debe echarnos para atrás el hecho de conocer la trama con antelación.
El tomo 1 va desde el momento en que Thorgal es hallado por Leif en el mar hasta que decide marcharse con Aaricia del territorio de los vikingos del norte. Abarca por tanto los dos primeros álbumes de la serie matriz (La maga traicionada y La isla de los mares helados), precedido de algunos relatos del 7º (el homónimo El hijo de las estrellas) y el 14º (Aaricia). Se centra principalmente en dos ejes: la infancia de Thorgal (en la que su familia y cuantos le rodean juega un importante papel) y la búsqueda de su identidad. Al prólogo y los 24 capítulos que se distribuyen a lo largo de sus 285 páginas les acompaña una mágnifica portada con el título en relieve, realizada por Grzegorz Rosinski en exclusiva para la ocasión (la edición, en rústica, por ahora sólo existe en francés y su precio es de 15€).
Así que no parece raro que el último proyecto en sumarse en torno al héroe criado por los vikingos haya sido el traspaso de sus aventuras de las páginas del cómic a las de un libro (o en plural, ya que lo inabarcable de sus historietas impone la puesta en marcha de todo un conjunto de tomos para recogerlas convenientemente). Los aficionados recibieron la noticia de su salida con ilusión y recelo a partes iguales. A la alegría motivada porque la mayor extensión de las páginas de una novela iba a permitir cubrir las inevitables lagunas del tebeo ante lo intrincado de su argumento a lo largo de tantas y tantas entregas, se le une también una cierta desconfianza debido a la dificultad que supone versionar las prolongadas y enrevesadas tramas desarrolladas por Van Hamme. Con saber que el resultado cuenta con el beneplácito de los padres de Thorgal (una lectura sorprendente, en palabras del propio guionista), sin duda nos sentimos aliviados frente nuestras lógicas reticencias iniciales sobre este experimento. Personalmente yo también tenía mis reservas acerca de un nuevo intento de explotar un poco más al personaje, pero debo admitir que finalmente me pudo la curiosidad y, tras haber leído la primera entrega de sus andanzas, no me he sentido decepcionado.
Esta primera adaptación de las aventuras de Thorgal al plano literario, bajo el título de uno de los álbumes más representativos de la saga, vio la luz a finales de 2009. Curiosamente, no vino precedida de ningún tipo de acción promocional, de modo que su aparición en las librerías pilló a los aficionados completamente por sorpresa. Tras haber adquirido los derechos de adaptación, la editorial francesa Milan (especializada en literatura infantil y juvenil) propuso a Amélie Sarn -autora que trabaja regularmente en su plantilla- si quería asumir el reto. La elección no fue al azar: Sarn reconoce ser seguidora acérrima de la colección desde siempre y haber leído y releído cada uno de sus volúmenes. Escritora y traductora de multitud de libros, especialmente para un público joven, ha trabajado igualmente como guionista de las editoriales Delcourt, Dargaud o 12bis, junto a autores como Eric Corbeyran. También ha realizado la adaptación del film de dibujos animados Les Triplettes de Belleville. No dudó un instante en hacerse cargo de la novelización de Thorgal y, como ella misma declara, es algo que ya se había intentado en anteriores ocasiones, pero ni Le Lombard ni Van Hamme ni Rosinski se mostraban satisfechos con lo que les habían presentado hasta entonces. Tras analizar el planteamiento expuesto por Amélie Sarn, la autora recibió carta blanca para desarrollar sus ideas al respecto.
Con muy buen criterio, aborda la historia de Thorgal desde sus comienzos, siguiendo un estricto orden cronológico natural. Es la mejor forma de reinventar al personaje, respetando el espíritu que da vida al cómic pero, al mismo tiempo, salvando las pequeñas incoherencias que motivan las vueltas atrás en la serie, al estar en constante evolución a lo largo de sus muchos números, explica la autora francesa. La fidelidad al tebeo no implica que no haya podido explayarse en aquellos episodios de la vida de Thorgal que se recorren de pasada en las viñetas; pequeñas modificaciones y añadidos, siempre con el aval de Van Hamme, que no traicionan su origen. Le queda así un buen margen al lector para el redescubrimiento, la sorpresa y otras nuevas escenas, de modo que no debe echarnos para atrás el hecho de conocer la trama con antelación.
El tomo 1 va desde el momento en que Thorgal es hallado por Leif en el mar hasta que decide marcharse con Aaricia del territorio de los vikingos del norte. Abarca por tanto los dos primeros álbumes de la serie matriz (La maga traicionada y La isla de los mares helados), precedido de algunos relatos del 7º (el homónimo El hijo de las estrellas) y el 14º (Aaricia). Se centra principalmente en dos ejes: la infancia de Thorgal (en la que su familia y cuantos le rodean juega un importante papel) y la búsqueda de su identidad. Al prólogo y los 24 capítulos que se distribuyen a lo largo de sus 285 páginas les acompaña una mágnifica portada con el título en relieve, realizada por Grzegorz Rosinski en exclusiva para la ocasión (la edición, en rústica, por ahora sólo existe en francés y su precio es de 15€).
La narración comienza por un prólogo que traslada fielmente la historieta 'El drakkar perdido', donde se refieren las extrañas circunstancias de la llegada de un recién nacido Thorgal al hogar del jefe vikingo Leif Haraldson, que lo acoge como el hijo que nunca tuvo. Los primeros capítulos reflejan, de una manera más o menos libre, los primeros años del pequeño alrededor de su familia y los otros niños de la aldea, salpicados de momentos dramáticos (como la pérdida de sus padres de adopción y el rechazo de un pueblo arraigado en sus tradiciones, que no le acepta entre los suyos, terminando por apartarle definitivamente de la vida en común y las prácticas grupales de los futuros guerreros). Esta parte preliminar introduce personajes de nueva creación, entre los que destaca la joven Astrid -digamos que una antecesora de Aaricia-, al mismo tiempo que moldea otros más conocidos, como el propio Leif, Gandalf el Loco, Jorund el Toro, Bjorn -su eterno rival de juventud- o Hierulf el Pensador.
Le siguen aquellos episodios en los que la fantasía se desenvuelve con más fuerza, donde se presenta el universo mágico, de monstruos, dioses y criaturas mitológicas, que forma la base de los sucesos por venir en la vida de Thorgal. Las secuencias que en el cómic se describían en 'El metal que no existía', de afectuoso protagonismo para el carismático enano Tjahzi, encuentran una descripción sin duda más pormenorizada en las páginas del libro. Y, como en el cómic, enlazan con la eventual llegada de Aaricia, la otra figura clave de esta historia, que gozará igualmente de un amplio espacio para detallar su personal epopeya fantástica procedente de la historieta 'Las lágrimas de Tjahzi'. Ambos relatos tienen como fin destacar la relación que desde la más tierna infancia une a ambos personajes, a los que vemos caminar de la mano hacia la madurez, quedando claro que han nacido para estar uno junto al otro.
En esta primera mitad ya se perfilan los adversarios que, sea enfrentándose directamente a él o simplemente en una actitud de rechazo permanente, van a hostigar los días de lozanía de Thorgal, pero también amigos y aliados (como Solveig) que reaparecerán en momentos puntuales. En 'Holmganga', la tercera y última historieta corta trasladada a la novela, queda patente el odio y la enemistad hacia Bjorn, a la vez que se afianza definitivamente el vínculo amoroso entre el héroe y Aaricia. Thorgal asume que su lugar no está entre los vikingos y de este reconocimiento nace el abandono de una idea, la de ser aceptado por estos, a excepción de su alma gemela, para tomar la decisión de emprender una vida en paz.
Con un salto temporal, la segunda parte avanza un proyecto de huída que, sabemos, acabará culminándose sólo tras las adversidades por las que la pareja atraviesa durante el Ciclo de los Mares Helados. Se hace hincapié en la búsqueda de sus orígenes más allá del pueblo vikingo y afloran personajes fundamentales en la explicación de la procedencia de Thorgal, como Slive y las primeras pistas sobre el pueblo de las estrellas, o el Señor de las Tres Águilas. Aquí la autora ha optado por redistribuir y rehacer escenas que habría sido difícil adaptar tal cual, sobre todo en lo que concierne a la actuación de Slive, en aras de una narración más coherente y comprensible para el lector. El examen profundo de la línea argumental a partir de las muchas lecturas que Amélie Sarn ha realizado de los álbumes le permiten extrapolar los sucesos de toda la saga para encadenar mejor la aventura, evitando contradicciones propias de la extensión de un cómic que se ha ido expandiendo a lo largo de varias décadas. Sólo echo en falta algún aporte en relación a la esclarecedora historieta 'El talismán'; pero si bien el encuentro con Xargos parece haberse esfumado, las alusiones al disco blanco que Thorgal se empeña en guardar todo el tiempo son constantes. Veremos cómo se resuelve esta incógnita en posteriores entregas.
Aunque la ausencia de una precisión geográfica exacta es también marca del cómic original, la inspiración realista de las distintas civilizaciones por las que discurren los pasos de Thorgal siempre ha sido incuestionable. En este volumen no salimos de las gélidas tierras del norte, sobre las que la escritora traza una descripción minuciosa de las estructuras sociales y de las costumbres escandinavas, a merced del mar y las estaciones. Por cierto, que en este sentido hay que decir que tanto la redacción como el estilo de la prosa de Sarn es más que correcto; accesible y nada confuso, pero sin rayar por ello en la simpleza. Atendiendo además a la carrera profesional de la autora (y aún de la editorial misma), no caigamos en el error de pensar que si la obra narra el periodo infantil del héroe esto implica necesariamente que el relato también lo sea.
Según la web Thorgal-BD, El hijo de las estrellas es «una adaptación equilibrada; un buen libro, bien escrito, para todos los públicos», opinión que comparto plenamente. Amélie Sarn ha sabido reescribir la historia para proponernos una versión fluida y congruente, que sortea con eficacia el doble riesgo de permanecer en exceso fiel al cómic (perdiendo así todo sentido, al quedar como una mera transcripción) como de alejarse demasiado del mismo, provocando el disgusto de los fans, que han buscado en este libro respuestas a algunas cuestiones que todo lector de Thorgal se había planteado en algún momento.
Se trata, por tanto, de una novela amena y agradable que constituye una fuente de información suplementaria sobre el universo de Thorgal y gustará sobre todo a los incondicionales de la serie, en cuyas bibliotecas no debería faltar. Puede ser también una buena opción para aquellos que no conozcan el cómic y quieran así iniciarse en el mismo. Todo esto dicho de un modo relativo por la parte que toca al lector español, dado que su publicación en nuestro mercado es bastante dudosa. Puesto que Thorgal es sinónimo de filón seguro, y en vista de la reciente salida del primer tomo de Los Mundos de Thorgal, no descartaría que algún día se diera esta posibilidad. Entretanto, tenemos disponible el segundo volumen, titulado Más allá de las sombras (que ya cayó en mis manos hace unos meses) englobando el Ciclo de Brek-Zarith, mientras está en proceso la salida de un tercero, del que espero que pronto tengamos noticias.
Le siguen aquellos episodios en los que la fantasía se desenvuelve con más fuerza, donde se presenta el universo mágico, de monstruos, dioses y criaturas mitológicas, que forma la base de los sucesos por venir en la vida de Thorgal. Las secuencias que en el cómic se describían en 'El metal que no existía', de afectuoso protagonismo para el carismático enano Tjahzi, encuentran una descripción sin duda más pormenorizada en las páginas del libro. Y, como en el cómic, enlazan con la eventual llegada de Aaricia, la otra figura clave de esta historia, que gozará igualmente de un amplio espacio para detallar su personal epopeya fantástica procedente de la historieta 'Las lágrimas de Tjahzi'. Ambos relatos tienen como fin destacar la relación que desde la más tierna infancia une a ambos personajes, a los que vemos caminar de la mano hacia la madurez, quedando claro que han nacido para estar uno junto al otro.
En esta primera mitad ya se perfilan los adversarios que, sea enfrentándose directamente a él o simplemente en una actitud de rechazo permanente, van a hostigar los días de lozanía de Thorgal, pero también amigos y aliados (como Solveig) que reaparecerán en momentos puntuales. En 'Holmganga', la tercera y última historieta corta trasladada a la novela, queda patente el odio y la enemistad hacia Bjorn, a la vez que se afianza definitivamente el vínculo amoroso entre el héroe y Aaricia. Thorgal asume que su lugar no está entre los vikingos y de este reconocimiento nace el abandono de una idea, la de ser aceptado por estos, a excepción de su alma gemela, para tomar la decisión de emprender una vida en paz.
Con un salto temporal, la segunda parte avanza un proyecto de huída que, sabemos, acabará culminándose sólo tras las adversidades por las que la pareja atraviesa durante el Ciclo de los Mares Helados. Se hace hincapié en la búsqueda de sus orígenes más allá del pueblo vikingo y afloran personajes fundamentales en la explicación de la procedencia de Thorgal, como Slive y las primeras pistas sobre el pueblo de las estrellas, o el Señor de las Tres Águilas. Aquí la autora ha optado por redistribuir y rehacer escenas que habría sido difícil adaptar tal cual, sobre todo en lo que concierne a la actuación de Slive, en aras de una narración más coherente y comprensible para el lector. El examen profundo de la línea argumental a partir de las muchas lecturas que Amélie Sarn ha realizado de los álbumes le permiten extrapolar los sucesos de toda la saga para encadenar mejor la aventura, evitando contradicciones propias de la extensión de un cómic que se ha ido expandiendo a lo largo de varias décadas. Sólo echo en falta algún aporte en relación a la esclarecedora historieta 'El talismán'; pero si bien el encuentro con Xargos parece haberse esfumado, las alusiones al disco blanco que Thorgal se empeña en guardar todo el tiempo son constantes. Veremos cómo se resuelve esta incógnita en posteriores entregas.
Aunque la ausencia de una precisión geográfica exacta es también marca del cómic original, la inspiración realista de las distintas civilizaciones por las que discurren los pasos de Thorgal siempre ha sido incuestionable. En este volumen no salimos de las gélidas tierras del norte, sobre las que la escritora traza una descripción minuciosa de las estructuras sociales y de las costumbres escandinavas, a merced del mar y las estaciones. Por cierto, que en este sentido hay que decir que tanto la redacción como el estilo de la prosa de Sarn es más que correcto; accesible y nada confuso, pero sin rayar por ello en la simpleza. Atendiendo además a la carrera profesional de la autora (y aún de la editorial misma), no caigamos en el error de pensar que si la obra narra el periodo infantil del héroe esto implica necesariamente que el relato también lo sea.
Según la web Thorgal-BD, El hijo de las estrellas es «una adaptación equilibrada; un buen libro, bien escrito, para todos los públicos», opinión que comparto plenamente. Amélie Sarn ha sabido reescribir la historia para proponernos una versión fluida y congruente, que sortea con eficacia el doble riesgo de permanecer en exceso fiel al cómic (perdiendo así todo sentido, al quedar como una mera transcripción) como de alejarse demasiado del mismo, provocando el disgusto de los fans, que han buscado en este libro respuestas a algunas cuestiones que todo lector de Thorgal se había planteado en algún momento.
Se trata, por tanto, de una novela amena y agradable que constituye una fuente de información suplementaria sobre el universo de Thorgal y gustará sobre todo a los incondicionales de la serie, en cuyas bibliotecas no debería faltar. Puede ser también una buena opción para aquellos que no conozcan el cómic y quieran así iniciarse en el mismo. Todo esto dicho de un modo relativo por la parte que toca al lector español, dado que su publicación en nuestro mercado es bastante dudosa. Puesto que Thorgal es sinónimo de filón seguro, y en vista de la reciente salida del primer tomo de Los Mundos de Thorgal, no descartaría que algún día se diera esta posibilidad. Entretanto, tenemos disponible el segundo volumen, titulado Más allá de las sombras (que ya cayó en mis manos hace unos meses) englobando el Ciclo de Brek-Zarith, mientras está en proceso la salida de un tercero, del que espero que pronto tengamos noticias.
7 comentarios:
Muy buenos días a todos, ¿sabe alguien si va a salir alguna edición en español?
Muchas gracias por mantenernos informados.
Hola. Tal y como decía más arriba, no hay por el momento fecha ni anuncio por parte de ninguna editorial para publicar las novelas en nuestro país. Que Norma se haya aventurado con Los Mundos de Thorgal deja una puerta abierta a que puedan salir algún día en español. Pero si alguien tiene otras noticias al respecto, yo también agradeceré que nos informe por aquí.
Saludos.
Jolan, ¡qué envidia! Tiene muy buena pinta lo que comentas. Espero que algún día salgan en español porque yo de francés nada de nada.
Por cierto, la del comentario suprimido soy yo. Es que estaba logueada con otra cuenta y no me he fijado. Estoy montando una librería online (y tendremos blog), pero aún no está lista. Quería decirlo cuando estuviera terminada. A ver si puedes borrar el comentario para que no se vea el nombre, jeje.
Hola Beldz. ¡Qué bien pinta eso de la librería online, ya nos contarás! (el comentario y todo rastro del mismo ya están suprimidos) ;)
Saludos!
¡Gracias! Es que voy haciendo cambios continuamente y hay cosas puestas que luego tendrán otra dirección (total, que aún le falta el diseño definitivo).
¡Ya te contaré! :)
Y perdón por las molestias :">
Saludos Jolan!
Hace un par de semanas que estoy enganchado a Thorgal. Sin duda creo que será mi serie favorita durante mucho tiempo...
Respecto a las novelas, ¿Todavía no las han traducido al español?
Un saludo!!
Hola Rubén.
En primer lugar, celebro que te hayas enganchado a Thorgal. Ya verás como es una serie que te va a dar muchas satisfacciones. :)
En cuanto a las novelas, efectivamente no están traducidas al español. Sólo están en francés, que yo sepa. Y, de hecho, Éditions Milan no ha publicado más que dos entregas (hasta lo que sería en el cómic el ciclo de Brek-Zarith). Es una pena que no hayan seguido con la novelización de Thorgal, porque la verdad es que no están mal. No sé si se ha interrumpido o la reempredarán en un futuro... Afortunadamente no nos falta material adicional sobre Thorgal.
Saludos!
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