Aprovechando que hace pocos meses la compañía Wizards of the Coast anunció su intención de recuperar los clásicos librojuegos de D&D Endless Quest, hoy voy a comentar un poco esta colección y uno de sus volúmenes más conocidos. Por si alguno os estáis preguntando de qué hablo, conviene aclarar que se trata de la misma serie que la editorial Timun Mas publicó en los años 80 con el sobretítulo 'Aventura sin fin', y que coloquialmente por aquí se llegaron a conocer como los D&D negros, así era el color de todas sus portadas, para diferenciarlos de sus 'hermanos mayores', los azules, que tenían un desarrollo y una mecánica bastante más evolucionados.
Se trataba de una colección que en España alcanzó hasta 23 entregas, aunque en inglés salieron muchos más, que aquí no se llegaron a traducir. Aún así, es una buena cantidad de números, que supongo dejó de avanzar por agotamiento de la serie en si misma y porque pronto aparecerían nuevas sagas notablemente superiores que los relegaron a un segundo puesto. Después de todo, si lanzamos una mirada al pasado, podemos considerarlos como una de las principales 'series menores' (como se ha venido a denominar a aquellos librojuegos que no lograron el grado de complejidad de sus sucesores en el género). No obstante, hay entre éstas algunos títulos realmente emblemáticos que han pasado a formar parte de la memoria colectiva del librojueguero, y varios de ellos pertenecen a los D&D negros.
¿Y en qué consistían estos librojuegos? Pues básicamente cada uno de esos tomitos contenía una aventura interactiva, basada en la mera toma de decisiones, lo que te llevaba al característico salto entre distintas secciones numeradas, pero dentro del mundo D&D. Es decir, realmente fueron una especie de versión de los populares Elige tu propia aventura, pero que introducían al lector en el universo de Dragones y Mazmorras. Mientras que las temáticas de los archiconocidos libritos rojos, también de Timun, eran de todo tipo, ya se tratara de corte fantástico, detectivesco, cotidiano, de ciencia-ficción, etc. (algunos realmente surrealistas, por cierto), estos otros estaban ambientados en materias puramente fantásticas. Como os podéis imaginar, eran tremendamente sencillos (aquí no había ni hojas de personaje, ni tiradas de dados, ni acertijo alguno) y su dificultad, siempre baja, sólo podía apoyarse en que tuvieras que realizar varios intentos para llegar a un final satisfactorio.
Por tanto, estaban orientados sobre todo a lectores jóvenes, pero supusieron para muchos un maravilloso primer paso para iniciarse, no sólo en los librojuegos, sino en el hábito de la lectura de fantasía. Su principal atractivo sin duda estaba en la magia que desplegaban al presentar entornos donde eran comunes todo tipo de razas (humanos, elfos, enanos, halflings,... ) en cuya piel te ponían, ya fuera bajo la apariencia de un mago, un guerrero, un explorador, un bardo, un druida, etc. y una apabullante diversidad de monstruos y criaturas fantásticas de toda clase: dragones, no-muertos, engendros... De hecho, tan grande era este bestiario que cada número incluía al final un glosario de seres y monstruos, recopilando la información sobre aquellas criaturas con las que podías toparte en esa aventura. Naturalmente, para un chaval de 8-12 años, la posibilidad de convertirte en héroe de una epopeya en la que, como bien se encargaban de recalcar, tú eras quien tomaba las decisiones y de ello dependía el éxito o fracaso de tu misión, abría una puerta a la imaginación que por aquellos tiempos, en los que los prematuros videojuegos no llenaban tantas horas de ocio como ahora, no tenía precedentes.
Para muchos constituyeron un marco perfecto para, años más tarde, acercarse a los verdaderos juegos de rol, de los cuales este tipo de librojuegos pasan como una versión muy primitiva (buena nota tomarían los que prestaron atención al anuncio de la última página, que presentaba el juego de rol de D&D recién publicado por Dalmau). Estoy seguro de que una gran cantidad de los por entonces futuros master de juego extrajeron multitud de ideas de ellos. Para quienes los abordamos en la actualidad, con muchas lecturas de librojuegos mejores a la espalda, el factor nostalgia cuenta como fundamental y de su lectura sólo podemos sacar un rato entretenido dejándonos llevar por los recuerdos de la juventud más temprana.
Como he dicho, su sencillez te permitía echarte varias partidas (basta emplear 20-30 minutos, e incluso menos, en cada una) y explorar las distintas posibilidades del argumento en función de las decisiones que tomaras. De esta forma, no costaba mucho recorrer, si no todas, sí la mayoría de las secciones, a nada que le hicieses unas cuantas lecturas. Motivo que los volvía muy adecuados para intercambiar con los amigos (y de esta forma -así pasaba-, acababas perdiéndoles la pista irremediablemente). Los finales podían tener varios desenlaces: algunos eran buenos (entre los cuales siempre había uno idóneo, que no era muy complicado desentrañar si elegías las opciones más sensatas e ibas a lo seguro). En otros no conseguías tu objetivo, pero salías más o menos airoso de la aventura, y eso servía como excusa para empezar de nuevo. Otros en cambio desembocaban en un resultado desastroso para tu aventurero. Todas las entregas estaban profusamente ilustradas por varios artistas, aunque las portadas, al menos en bastantes de los libros (si no recuerdo mal, como a mitad de la colección esto cambió -y a peor) corrían a cargo de Larry Elmore, más conocido por sus trabajos para el universo Dragonlance, y destacaban por ser muy coloristas, llenas de detalles y llamativas, de manera que los hicieran irresistibles cuando los veías en las estanterías de la librería de tu barrio. También hay un baile de autores dentro de esta colección. Algunos de ellos de nuevo relacionados con el mundo Dragonlance, como Morris Simon, Mary Kirchoff o la mismísima Margaret Weiss, aunque la que guionizó un mayor número de volúmenes fue la escritora Rose Estes.
Y precisamente es Rose Estes la encargada de trasladarnos a una de las más populares de estas aventuras sin fin: Retorno a Brookmere. Un volumen que, no sé muy bien el motivo, una gran mayoría de la gente que disfrutó de esta colección pudo leer, a diferencia de otros que resultaban bastante más complicados de encontrar en las librerías. Como jugador eres Brion, un guerrero elfo al que tu padre, el rey Cedrus, ha encomendado una misión de reconocimiento sobre las ruinas del antiguo castillo de vuestra comunidad, que años atrás, cuando tú eras sólo un niño, os fue arrebatado en un inesperado ataque a manos de una horda de hombres-rata, orcos y detestables trasgos. Para cumplir tu cometido te acompaña una partida de guerreros de tu clan, a los que enseguida perderás la pista, pero sobre todo un amuleto mágico que ha pertenecido desde hace generaciones a tu familia: Mímulus. Este talismán con forma de cabeza de león tiene la cualidad de permitirte entender todo tipo de idiomas, de modo que pueda serte útil a la hora de obtener información sobre los planes de las criaturas de la oscuridad con las que te encuentres, pero además pronto descubres que posee la facultad de hablar y ayudarte a orientarte en las galerías de la vieja fortaleza, convirtiéndose así en un antecedente de los objetos de propiedades sobrenaturales, que pueblan este tipo de historias, que cobran vida propia. Es Mim, como se hace llamar, quien aporta mayores diálogos y situaciones jocosas y, personalmente, me trajo a la memoria a la conocida espada E.J., también parlante, de La Búsqueda del Grial. Eventualmente, a medida que profundizas en los sotanos del castillo, accedes a una amplia caverna en la que se desarrolla una asamblea liderada por Frang, el enorme hombre-rata que se ha convertido en dueño de las ruinas de Brookmere. A partir de ese momento descubrirás pistas que pueden ser fundamentales para conseguir tu objetivo.
El libro cuenta con un buen repertorio de criaturas del mundillo D&D: trasgos, kobolds, hob-trasgos, gigantes, gnolls y hombres-rata, que quedan reflejados en su correspondiente glosario de las últimas páginas. Las ilustraciones interiores son de Timothy Truman.
Los Dungeons & Dragons Endless Quest vendieron millones de copias cuando se publicaron por primera vez, hace más de veinte años. Esta reedición quizá ayude a que una generación de nuevos lectores se pueda enganchar a toda la imaginería propia de los escenarios D&D y a su vez a los librojuegos, siempre que sea capaz de despegar los dedos de la consola, aunque posiblemente también atraiga a los que en su día disfrutaron con ellos, motivados por la añoranza y el afán coleccionista. La vuelta a las tiendas de la mítica serie, que comenzó el pasado mes de enero con La garra del dragón (nº 20 en la edición en castellano) recuperará los 50 títulos originales, pero dudo mucho que vea la luz en nuestro país. Personalmente hubiera apostado por rescatar los AD&D, los de color azul, que ya usaban dados y adjuntaban su ficha de personaje, pero quién sabe si este es sólo un primer paso para reanimar viejas colecciones que tan buenos ratos nos han hecho pasar. Entre tanto, y puesto que aquí nos tenemos que conformar con lo que tenemos, esto es, con los 23 números de Timun que aún hoy se pueden encontrar de saldo en mercadillos, ferias y similares, volveré sobre algún que otro título destacado de la serie en futuros artículos sobre librojuegos.
Se trataba de una colección que en España alcanzó hasta 23 entregas, aunque en inglés salieron muchos más, que aquí no se llegaron a traducir. Aún así, es una buena cantidad de números, que supongo dejó de avanzar por agotamiento de la serie en si misma y porque pronto aparecerían nuevas sagas notablemente superiores que los relegaron a un segundo puesto. Después de todo, si lanzamos una mirada al pasado, podemos considerarlos como una de las principales 'series menores' (como se ha venido a denominar a aquellos librojuegos que no lograron el grado de complejidad de sus sucesores en el género). No obstante, hay entre éstas algunos títulos realmente emblemáticos que han pasado a formar parte de la memoria colectiva del librojueguero, y varios de ellos pertenecen a los D&D negros.
¿Y en qué consistían estos librojuegos? Pues básicamente cada uno de esos tomitos contenía una aventura interactiva, basada en la mera toma de decisiones, lo que te llevaba al característico salto entre distintas secciones numeradas, pero dentro del mundo D&D. Es decir, realmente fueron una especie de versión de los populares Elige tu propia aventura, pero que introducían al lector en el universo de Dragones y Mazmorras. Mientras que las temáticas de los archiconocidos libritos rojos, también de Timun, eran de todo tipo, ya se tratara de corte fantástico, detectivesco, cotidiano, de ciencia-ficción, etc. (algunos realmente surrealistas, por cierto), estos otros estaban ambientados en materias puramente fantásticas. Como os podéis imaginar, eran tremendamente sencillos (aquí no había ni hojas de personaje, ni tiradas de dados, ni acertijo alguno) y su dificultad, siempre baja, sólo podía apoyarse en que tuvieras que realizar varios intentos para llegar a un final satisfactorio.
Por tanto, estaban orientados sobre todo a lectores jóvenes, pero supusieron para muchos un maravilloso primer paso para iniciarse, no sólo en los librojuegos, sino en el hábito de la lectura de fantasía. Su principal atractivo sin duda estaba en la magia que desplegaban al presentar entornos donde eran comunes todo tipo de razas (humanos, elfos, enanos, halflings,... ) en cuya piel te ponían, ya fuera bajo la apariencia de un mago, un guerrero, un explorador, un bardo, un druida, etc. y una apabullante diversidad de monstruos y criaturas fantásticas de toda clase: dragones, no-muertos, engendros... De hecho, tan grande era este bestiario que cada número incluía al final un glosario de seres y monstruos, recopilando la información sobre aquellas criaturas con las que podías toparte en esa aventura. Naturalmente, para un chaval de 8-12 años, la posibilidad de convertirte en héroe de una epopeya en la que, como bien se encargaban de recalcar, tú eras quien tomaba las decisiones y de ello dependía el éxito o fracaso de tu misión, abría una puerta a la imaginación que por aquellos tiempos, en los que los prematuros videojuegos no llenaban tantas horas de ocio como ahora, no tenía precedentes.
Para muchos constituyeron un marco perfecto para, años más tarde, acercarse a los verdaderos juegos de rol, de los cuales este tipo de librojuegos pasan como una versión muy primitiva (buena nota tomarían los que prestaron atención al anuncio de la última página, que presentaba el juego de rol de D&D recién publicado por Dalmau). Estoy seguro de que una gran cantidad de los por entonces futuros master de juego extrajeron multitud de ideas de ellos. Para quienes los abordamos en la actualidad, con muchas lecturas de librojuegos mejores a la espalda, el factor nostalgia cuenta como fundamental y de su lectura sólo podemos sacar un rato entretenido dejándonos llevar por los recuerdos de la juventud más temprana.
Como he dicho, su sencillez te permitía echarte varias partidas (basta emplear 20-30 minutos, e incluso menos, en cada una) y explorar las distintas posibilidades del argumento en función de las decisiones que tomaras. De esta forma, no costaba mucho recorrer, si no todas, sí la mayoría de las secciones, a nada que le hicieses unas cuantas lecturas. Motivo que los volvía muy adecuados para intercambiar con los amigos (y de esta forma -así pasaba-, acababas perdiéndoles la pista irremediablemente). Los finales podían tener varios desenlaces: algunos eran buenos (entre los cuales siempre había uno idóneo, que no era muy complicado desentrañar si elegías las opciones más sensatas e ibas a lo seguro). En otros no conseguías tu objetivo, pero salías más o menos airoso de la aventura, y eso servía como excusa para empezar de nuevo. Otros en cambio desembocaban en un resultado desastroso para tu aventurero. Todas las entregas estaban profusamente ilustradas por varios artistas, aunque las portadas, al menos en bastantes de los libros (si no recuerdo mal, como a mitad de la colección esto cambió -y a peor) corrían a cargo de Larry Elmore, más conocido por sus trabajos para el universo Dragonlance, y destacaban por ser muy coloristas, llenas de detalles y llamativas, de manera que los hicieran irresistibles cuando los veías en las estanterías de la librería de tu barrio. También hay un baile de autores dentro de esta colección. Algunos de ellos de nuevo relacionados con el mundo Dragonlance, como Morris Simon, Mary Kirchoff o la mismísima Margaret Weiss, aunque la que guionizó un mayor número de volúmenes fue la escritora Rose Estes.
Y precisamente es Rose Estes la encargada de trasladarnos a una de las más populares de estas aventuras sin fin: Retorno a Brookmere. Un volumen que, no sé muy bien el motivo, una gran mayoría de la gente que disfrutó de esta colección pudo leer, a diferencia de otros que resultaban bastante más complicados de encontrar en las librerías. Como jugador eres Brion, un guerrero elfo al que tu padre, el rey Cedrus, ha encomendado una misión de reconocimiento sobre las ruinas del antiguo castillo de vuestra comunidad, que años atrás, cuando tú eras sólo un niño, os fue arrebatado en un inesperado ataque a manos de una horda de hombres-rata, orcos y detestables trasgos. Para cumplir tu cometido te acompaña una partida de guerreros de tu clan, a los que enseguida perderás la pista, pero sobre todo un amuleto mágico que ha pertenecido desde hace generaciones a tu familia: Mímulus. Este talismán con forma de cabeza de león tiene la cualidad de permitirte entender todo tipo de idiomas, de modo que pueda serte útil a la hora de obtener información sobre los planes de las criaturas de la oscuridad con las que te encuentres, pero además pronto descubres que posee la facultad de hablar y ayudarte a orientarte en las galerías de la vieja fortaleza, convirtiéndose así en un antecedente de los objetos de propiedades sobrenaturales, que pueblan este tipo de historias, que cobran vida propia. Es Mim, como se hace llamar, quien aporta mayores diálogos y situaciones jocosas y, personalmente, me trajo a la memoria a la conocida espada E.J., también parlante, de La Búsqueda del Grial. Eventualmente, a medida que profundizas en los sotanos del castillo, accedes a una amplia caverna en la que se desarrolla una asamblea liderada por Frang, el enorme hombre-rata que se ha convertido en dueño de las ruinas de Brookmere. A partir de ese momento descubrirás pistas que pueden ser fundamentales para conseguir tu objetivo.
El libro cuenta con un buen repertorio de criaturas del mundillo D&D: trasgos, kobolds, hob-trasgos, gigantes, gnolls y hombres-rata, que quedan reflejados en su correspondiente glosario de las últimas páginas. Las ilustraciones interiores son de Timothy Truman.
Los Dungeons & Dragons Endless Quest vendieron millones de copias cuando se publicaron por primera vez, hace más de veinte años. Esta reedición quizá ayude a que una generación de nuevos lectores se pueda enganchar a toda la imaginería propia de los escenarios D&D y a su vez a los librojuegos, siempre que sea capaz de despegar los dedos de la consola, aunque posiblemente también atraiga a los que en su día disfrutaron con ellos, motivados por la añoranza y el afán coleccionista. La vuelta a las tiendas de la mítica serie, que comenzó el pasado mes de enero con La garra del dragón (nº 20 en la edición en castellano) recuperará los 50 títulos originales, pero dudo mucho que vea la luz en nuestro país. Personalmente hubiera apostado por rescatar los AD&D, los de color azul, que ya usaban dados y adjuntaban su ficha de personaje, pero quién sabe si este es sólo un primer paso para reanimar viejas colecciones que tan buenos ratos nos han hecho pasar. Entre tanto, y puesto que aquí nos tenemos que conformar con lo que tenemos, esto es, con los 23 números de Timun que aún hoy se pueden encontrar de saldo en mercadillos, ferias y similares, volveré sobre algún que otro título destacado de la serie en futuros artículos sobre librojuegos.
23 comentarios:
Retorno a Brookmere fue el primero que leí y se me quedó grabado, sobre todo esa escena con el hombre rata subiendo al sillón y transformándose. Y los trolls, el cubo gelatinoso, el "amigo" que se encuentra Mim y el background en general, que me gustaría se hubiera vuelto a explorar.
Yo solo tuve del 1 al 6 porque se estaban volviendo un verdadero vicio. Después compré el 20. Ciertamente, un muy bonito recuerdo de la infancia.
¿Y no continuaste con los AD&D de color azul? Era la inercia inevitable pasar de una colección a otra. :) Salu2!
Saludos
Yo también tengo los 23 números y curiosamente este fue el primero que conseguí.
Es al que le tengo más cariño, y eso que me mataron (o capturaron) tras la primera decisión que debes tomar. (Todavía me acuerdo de eso, y hace más de 20 años...)
Ahora me ntran ganas de hacer una partida de rol basándome en él...
También soy de los que se compró el D&D básico por haberlo visto anunciado en estos libros...
Ahora guardo estas aventuras como mi tessssoro como herencia para mis hijos.
PD.: Muy buen blog. Lo he descubierto hoy y lo he añadido a mis favoritos
Bienvenido Alatazz. Consérvalos bien, porque hoy en día son casi una reliquia.
Tu comentario me recuerda que hace mucho que no dedico una entrada a librojuegos, aunque desde hace semanas tengo ya una en mente para dentro de poco.
Saludos.
Enhorabuena por tu blog.
No te imaginas lo que este libro significó para mi ,aunque parezca extraño marco mi vida de tal modo que ha hecho que sea como soy hoy, ya que me abrió un mundo de fantasía que sigo disfrutando hasta la fecha gracias al D&D.
Me ha complacido ver que alguien ha escrito un merecidísimo post sobre este libro, que a algunos nos marcó.
Ánimo con el blog y un saludo!
Nos vemos en Brookmere.
Gracias por pasarte por aquí y por tus comentarios, Mariscal Erwin! Este Retorno a Brookmere es seguramente el número más emblemático de toda la colección, y como dije en su día en el artículo, de los que más fácil resultaba encontrar. Prueba de ello es que ya sois varios los que habéis manifestado tenerlo entre vuestros favoritos, si no el que más, de la serie. Saludos!
A mi me falta el 18 de los negros "Circo del terror" y el 17 de los azules, "El príncipe de los ladrones".
De los negros tengo varios números repetidos por si alguien desea intercambiar... estoy en México.
phillix(arroba)intercable.net
Saludos Jolán... me da gusto ver tu blog.
¿Qué tal phillix? ¡Cuánto tiempo, ya te habíamos perdido la pista! Me alegra saber de ti. No dejes de pasarte por la LS-GM para saludar!
http://gm-lobosolitario.webcindario.com/
Te agradezco muchísimo este artículo. Para mi estos libros juego fueron mi umbral a Ronald Tolkien y con ello y por tanto, la definición de todo los últimos veinte años deicados a estudiar, viajar y escribir de Faerie. Recientemente decidí rescatar los tomos de la colección que no perdí en un arrebato de nostalgia que se ha trasfomado en una investigación profesional.
De aquellos libros, el primero que leí y responsable de que yo cruzara aquel umbral " Bosque Adentro" fue "Las Cavernas del Terror, pero sin duda siempre fueron mis preferidos "La Montaña de los Espejos" y "Retorno a Brookmere" (Como todo hobbit enamorado de lo élfico).
Además, las ilustraciones de Jim Holloway consolidaron las imagenes de fantasía de como imagino todas esas criaturas, aún después de conocer a Michael Whelan.
Muchas gracias pues.
Gracias a ti por tu comentario. ;) Veo que estos libros despertaron a muchos el gusto por la fantasía y el rol. A ver si puedo dedicarle una entrada a algún otro de sus títulos emblemáticos, como los que citas, por ejemplo.
Bien... dos comentarios. Yo soy Mexicano, y por alguna razón, también resulta que Retorno a Brookmere fue el primer libro que tuve de la serie. Eso fué por allá de 1986, hace más de 23 años.
Por otro lado, he reflexionado que para el inconsciente colectivo de vosotros, los Ibéricos, la temática de Retorno a Brookmere (el heroe que vuelve a explorar el Reino capturado por las hordas de monstruos perversos) es notable... inclusive, me parece que el nombre del principal antagonista "Frang", el hombre-rata, tiene inclusive connotaciones fonéticas que deben despertar para vosotros un cúmulo compartido de ideas en su imaginario colectivo.
ostia que morriña!! mientras leia tu psot tengo en mis manos el nº10 (El castillo de las pesadillas), el único número que tengo... santa nostalgia!! ;__)
Hola, estoy preparando una aplicación tipo "Aventuras sin fin" en Facebook.
http://www.facebook.com/apps/application.php?id=75982369444
Se aceptan ideas, sugerencias e historias.
Esyaba muy contento en la aventura del "Calabozo del trasgo", cuando al llegar contra el susodicho trasgo, me quedé atorado. En el estatus decía "Trasgo muerto", pero la única opción que me da es:
ël mördyn falla el golpe
ël mördyn ataca de nuevo al goblin
¿Y ahora?
hola a todos
tengo casi toda la coleccion de tapa negra en pdf el unico que necesito encontrar es la venganza de los dragones del arcoiris, les agradeceria mucho si quieren intercambiar, mi email es tamarindopao@hotmail.com
GRACIAS A PALADINE TENGO TODOS LOS LIBROS ORIGINALES, TENGO QUE DECIR QUE RECIEN CUMPLIDOS LOS CUARENTA, TODAVIA SEGUIMOS LOS AMIGOS AUN CASADOS Y CON HIJOS, REUNIENDONOS TODOS LOS SABADOS POR LA TARDE ALTERNANDO CASAS PARA DISFRUGAR JUGANDO A DUNGEONS AND DRAGONS, CHTULHU, STAR WARS O LO QUE SE TERCIE...
BUENO A LO QUE IBA, EL RECUERDO QUE TENGO DE ESTOS LIBROS QUE POR AQUEL ENTONCES VALIAN DOSCIENTAS CINCUENTA PESETAS EN EL CORTE INGLES, ERA EL DE IR CADA SABADO CON LA PROPINA RECIEN COBRADA MIS MARAVILLOSAS QUINIENTAS PESETAS QUE ME DABA MI ABUELA A COMPRAR DOS LIBROS DE AVENTURA SIN FIN O ELIGE TU PROPIA AVENTURA, DESPUES LOS MAS AVANZADOS DE CUATROCIENTAS PAGINAS AQUELLOS DE TAPA ROSA O VERDE DEPENDIENDO DEL MUNDO.
UNA MUY BUENA ENTRADA Y UN MUY BUEN RECUERDO...
POR CIERTO, SI LOS BLOGUEROS ROLEROS PUDIESEN VER MI COLECCION CON LOS 23 TOMOS, TOTALMENTE NUEVOS (PARA MI LOS LIBROS SON SAGRADOS Y LOS CUIDO MUCHISIMO, LLEGANDO A LA IRRITANTE COSTUMBRE DE JAMAS PRESTAR UNO), ASI QUE, PAERCEN RECIEN EDITADOS, NI SIQUIERA TIENEN MARCAS DE USO NI LOS LOMOS MARCADOS AL ABRIR LAS PAGINAS.
UN SALUDO KENDER.
Hola Kender. Gracias por compartir tu experiencia con estos librojuegos, que a buen seguro es similar a la que hemos experimentado muchos con ellos.
Ya sacaré alguna reseña de un nuevo librito de esta colección. ;)
Este me entrretuvo bastante se convirtio uno de mis favoritos. Compartotu opinion yo lo lei hacia 1992.
Pues por las fechas, entonces está claro que también eres de los que disfrutamos de aquella era dorada de los librojuegos :)
Hola! Mi madre me regaló hace mucho retorno a brookmere pero no sé donde lo dejé, está en mi casa eso es un hecho, pero hace 7 años que le perdí el rastro y desde entonces llevo una vida buscandolo como loca.¿Alguien por aquí lo venderá?
Hola Itzel.
El tomo de Retorno a Brookmere no es de los difíciles de encontrar dentro de esta colección de librojuegos D&D. Mismamente en TodoColección tienes varios ejemplares disponibles y en muy buen estado a un precio de entre 3 y 7€.
Saludos!
Hola. Yo tengo muchos de esta colección, pero curiosamente éste que parece ser de los más asequibles, no ha pasado nunca por mis manos 😮.
En concreto creo que solo me faltan cuatro ejemplares. Digo creo porque la memoria me falla en algunos porque llevo mucho tiempo sin tocarlos y algunos de los que no tengo llego a dudar porque me se todos los títulos de memoria. Y además están en casa de mi madre (a unos cuantos kilómetros) y no puedo mirar la estantería para confirmarlo. Pero si no me equivoco solo me faltan el 2, el 4, el 10 y el 23. Históricamente me faltaba también el 1, pero hace ya unos años alguien (que además no recuerdo quien fue) me lo prestó y se quedó en mi casa 😵.
La verdad es que están impregnados de recuerdos y sensaciones de toda una etapa y fueron la puerta de entrada a la fantasía sin ninguna duda. Si que me gustaría completar la colección por simple satisfacción, aunque sin volverme loco con la búsqueda y con los precios.
Un saludo.
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